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Los Ángeles (EE.UU.), 8 ene (EFE).- Pese a no contar por lesión con su estrella Ja Morant, los Memphis Grizzlies pasaron este sábado por encima de Los Angeles Clippers (108-123) y lograron su octava victoria seguida, en un partido en el que ya se dejan ver como un conjunto temible para los playoff.

Brandon Clarke #15 de los Memphis Grizzlies entra a canasta hoy, durante un partido de NBA entre los LA Clippers y los Memphis Grizzlies, en el Crypto.com Arena de Los Ángeles. EFE/ Phillip Kim

Cerca del ecuador de la temporada regular, los Grizzlies han pasado de ser la sensación de la NBA como equipo revelación a empezar a erigirse como un conjunto temible para las semifinales.

Ivica Zubac #40 de los Clippers en acción ante Dillon Brooks #24 de los Grizzlies hoy, durante un partido de NBA entre los LA Clippers y los Memphis Grizzlies, en el Crypto.com Arena de Los Ángeles. EFE/ Phillip Kim

Además de Morant, sin duda uno de los jugadores más explosivos del momento, los de Memphis tuvieron otras bajas importantes como las de Kyle Anderson y Steven Adams.

Aun así, los Grizzlies dieron una lección de baloncesto muy poderoso y exigente para desarmar a unos Clippers sin respuesta y que en el último cuarto sacaron a sus reservas dando ya el partido por perdido.

Un Desmond Bane brillante (23 puntos con 5 de 8 en triples, 7 rebotes y 4 asistencias en 29 minutos) estuvo muy bien acompañado en los Grizzlies por Jaren Jackson Jr. (26 puntos y 8 rebotes también en 29 minutos).

Marcus Morris fue con 29 puntos y 8 rebotes el faro ofensivo de unos Clippers ya bastante reconocibles puesto que, al margen de Paul George y Kawhi Leonard, ya han vuelto la mayoría de jugadores tras unos encuentros de muchísimas bajas.

El encuentro vivió además el duelo español entre Santi Aldama y Serge Ibaka.

Aldama consiguió 7 puntos (3 de 5 en tiros), un rebote y un tapón en 20 minutos con los Grizzlies mientras que Ibaka no tuvo su tarde (se fue sin anotar tras fallar sus 2 tiros) y cogió 2 rebotes para los Clippers en 8 minutos.

CLIPPERS, DE MÁS A MENOS

El partido empezó con los pívots intercambiando golpes: un Jaren Jackson Jr. que debía asumir protagonismo ante la ausencia de Ja Morant, y un Ivica Zubac que regresaba tras el coronavirus.

No obstante, fue Reggie Jackson, con muchas ganas desde el inicio, quien disparó a los Clippers (13-4 con 9.24 en el reloj).

Marcus Morris cogió el relevo de Jackson al frente del conjunto angelino, que, pese a los dardos de Tyus Jones y Jaren Jackson Jr., tenía el marcador bajo control (22-15).

Serge Ibaka entró con los Clippers a mediados del primer cuarto y, poco después, le llegó el turno para Santi Aldama con los Grizzlies, que se emparejó de inmediato con su compatriota.

Aldama destacó nada más pisar la cancha: metió un palmeo en su primera acción en ataque y remató un “alley-oop” cuando la posesión de los de Memphis llegaba a su fin.

En cualquier caso, los Grizzlies se vieron lastrados por su excesiva complacencia en defensa y los Clippers, con un 6 de 10 en triples, cerraron el primer cuarto por delante (36-28).

Los Clippers apostaron en el segundo parcial por un quinteto bajo sin Ibaka ni Zubac, y Nico Batum agradeció el planteamiento con dos triples prácticamente seguidos.

Lejos de asustarse, los Grizzlies, uno de los equipos más atléticos y físicos de la NBA, igualaron el dinamismo de sus rivales y con un Desmond Bane cada vez más cómodo estrecharon al máximo el marcador (44-43 con 7.13 por jugarse).

De nuevo con los pívots en acción, Zubac y Jackson Jr. se retaron en un interesante choque de trenes en el que se impuso el de Memphis.

En cualquier caso, la mayor intensidad de los visitantes -el mejor ejemplo fue un “alley-oop” mayúsculo de Jackson Jr. a Melton- fue crucial para coronar un segundo parcial de absoluto dominio de los Grizzlies (20-38) que les permitió irse al vestuario con una ventaja interesante (56-66).

Los Clippers perdieron 9 balones en la primera mitad (los Grizzlies solo uno) que dieron pie a 15 puntos de sus rivales.

Además, los de Memphis impusieron su ley en la zona con 36 puntos en los dos primeros cuartos (16 de los Clippers en la pintura).

BANE REMATA LA FUNCIÓN

Los angelinos cambiaron radicalmente de actitud en la reanudación y dieron forma a un parcial de 6-0 para recuperar el ánimo.

Pero Bane se encargó de devolverles a la lona de inmediato.

Con 8 puntos seguidos -incluidos dos triples-, Bane retomó el timón del partido y dejó claro a los Clippers que tendrían que sudar mucho para poder remontar (62-74 a falta de 9.04).

El encuentro entró entonces en una fase bastante revuelta y desordenada con errores y despistes en ambos conjuntos.

Este ritmo no parecía propicio para los Clippers (llegaron a perder por 15 puntos), pero los locales encontraron el camino gracias a un voluntarioso y muy efectivo Marcus Morris (75-84 con 3.13 en el reloj).

El alero siguió con su exhibición en ataque hasta sumar 14 puntos solo en el tercer cuarto, pero un triple sobre la bocina de Killian Tillie enfrió los ánimos de unos Clippers que se habían puesto a solo 6 puntos (84-94).

Ahí se le acabó la gasolina a los Clippers.

Con Bane al mando de las operaciones y Clarke y Williams como cómplices perfectos, los Grizzlies lograron un parcial de 2-11 en poco más de dos minutos (86-105 a falta de 8.50) para dibujar una diferencia insalvable.

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