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Redacción Deportes (EE.UU.), 9 may (EFE).- Los Denver Nuggets se situaron este martes a un solo triunfo de la final del Oeste (3-2) tras doblegar a los Phoenix Suns de Kevin Durant y Devin Booker, que ahora deberán ganar dos encuentros seguidos para evitar la eliminación (118-102).

En estos playoff llenos de sorpresas ahora mismo están contra las cuerdas nombres en mayúsculas de la liga como los Phoenix Suns de Durant y Booker (2-3), los Golden State Warriors de Stephen Curry (1-3 contra Los Angeles Lakers) y los Boston Celtics de Jayson Tatum (2-3 contra los Philadelphia 76ers).

Tras su exhibición sin premio del cuarto duelo con 53 puntos, Nikola Jokic fue el pilar una vez más de Denver con un triple-doble de 29 puntos (12 de 20 en tiros), 13 rebotes y 12 asistencias.

Le escoltaron de maravilla Bruce Brown (25 puntos), Jamal Murray (19 puntos y 6 asistencias) y Michael Porter Jr. (19 puntos y 8 rebotes).

En los Suns, que por tercer partido seguido no contaron con el lesionado Chris Paul, su extrema inconsistencia y preocupante irregularidad volvieron a ser un pecado mortal.

En esta ocasión se vio especialmente en defensa, donde destacaron en el segundo cuarto permitiendo solo 17 puntos de los Nuggets pero se hundieron por contraposición en el primer y el tercer periodo con 35 y 39 tantos encajados, respectivamente.

Devin Booker (28 puntos y 6 rebotes con 8 de 19 en tiros) y Kevin Durant (26 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias con 10 de 24 en intentos a canasta) fueron los máximos anotadores de unos Suns que sufrieron desde el triple con un 9 de 27 frente al sólido 13 de 27 de sus rivales.

La serie regresa ahora a Phoenix, donde el jueves se disputará el sexto partido.

DENVER IMPONE SU LEY

Los Nuggets entraron en tromba al encuentro con un gran 9-0 de salida, una muy rocosa actitud defensiva, un apetito insaciable en el rebote ofensivo y una fantástica versión desde el perímetro de Porter Jr.

El alero se lució con cuatro triples en el periodo inicial para 14 puntos en total en unos Nuggets que, gracias a su potente esfuerzo atrás, pudieron anotar hasta 17 tantos al contraataque solo en el primer cuarto.

En cambio, los Suns mostraron su peor cara, sin tensión en ambos lados de la pista, y solo los 12 puntos de un Booker ajeno a cualquier circunstancia les permitieron aferrarse al duelo (35-24) tras haber ido perdiendo de 15.

Un defecto muy característico de Phoenix en estos playoff es su exasperante irregularidad.

Pero igual que son capaces de arrancar un encuentro con caras largas, también tienen recursos más que sobrados para darle la vuelta a la situación en un suspiro.

Eso sucedió esta noche en un segundo cuarto en el que Durant resurgió con 10 puntos para acompañar a un Booker con una constancia admirable en toda la serie, la defensa visitante tapó todos sus agujeros y los de Denver perdieron el nervio hasta quedarse con solo 17 puntos en el segundo cuarto.

Así, los Suns recortaron el terreno perdido al final de la primera mitad (52-49) gracias a 19 tantos de Booker y 13 de Durant.

¿Y Jokic? Como siempre: no hizo mucho ruido pero sumó silenciosamente y sin descanso hasta rozar el triple-doble cuando se marchó al vestuario (10 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias).

En la reanudación, el gigante serbio dio un soberbio golpe en la mesa.

Con 17 puntos en un tercer cuarto fantástico y con un escaparate infinito de trucos ofensivos, Jokic lideró de modo excelente la exhibición de unos Nuggets que pasaron por encima a los Suns.

Un 21-6 en el inicio de ese periodo fue solo el comienzo de la pesadilla de los Suns, otra vez tremenda y decepcionadamente desconectados y en los que ni siquiera Durant y Booker, cada uno con cuatro faltas, pudieron evitar la catástrofe (10 puntos entre ambos con un gris 1 de 8 en tiros para el escolta).

Los Nuggets llegaron a superar los 20 puntos de ventaja y aterrizaron en el último cuarto con un cómodo 91-74 tras un incontestable 39-25 en ese penúltimo periodo.

Sin asomo de reacción visitante, Denver cerró el triunfo sin ninguna complicación y tuvo tiempo incluso de gustarse con Murray y Brown reclamando protagonismo, Jokic sirviendo un “alley-oop” para Aaron Gordon o el novato Christian Braun brillando con un mate al contraataque.

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