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Valladolid, 5 mar (EFE).- El Real Valladolid logró un triunfo balsámico, tras un partido en el que dominó más que el Espanyol, pero en el que acabó sufriendo tras el 2-1 logrado por el danés Braithwaite en el minuto 87.

El centrocampista brasileño del Espanyol Vinicius de Souza controla el balón ante delantero del Valladolid Óscar Plano (detrás) durante el partido de Liga de Primera División disputado en el estadio de Zorrilla. EFE/R. García

El cuadro blanquivioleta pudo llegar con ventaja al descanso, gracias al gol de Iván Sánchez desde el exterior del área, tras una primera mitad en la que el Espanyol tuvo menos posesión, pero demostró su calidad con cada llegada a la zona local.

El defensa del Valladolid Sergio Escudero (d) y el centrocampista brasileño del Espanyol Vinicius de Souza durante el partido de Liga de Primera División disputado en el estadio de Zorrilla. EFE/R. García

Ya en la segunda mitad, entraba Aguado por Roque Mesa para asegurar la consistencia en el centro del campo. Y adquirió protagonismo de inmediato, ya que añadió un gol al casillero blanquivioleta, tras rematar a la perfección el “pase de la muerte” que le dio Plata. 2-0 para el Real Valladolid, y la afición, entregada.

Precisamente, Plata, pudo poner la guinda a un partido con finalización por parte de los locales pero, en este caso, con las tornas cambiadas con respecto al segundo tanto del Real Valladolid, remató al poste el “pase de la muerte” ofrecido por Aguado, sin ningún obstáculo que le impidiera chutar.

Del 3-0 se pasó a un 2-1, gracias a un tanto de Braithwaite, que supo aprovechar bien el espacio entre líneas para rematar a placer ante Asenjo, y tras un buen pase de Darder. Volvía el sufrimiento al estadio del cuadro vallisoletano, si bien aguantó la presión y la victoria se quedó en casa.

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