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Los Ángeles (EE.UU.), 12 ene (EFE).- Capaces de lo mejor y de lo peor, Los Angeles Clippers dejaron atrás una espantosa primera parte y remontaron a los Denver Nuggets un partido tan estrambótico como emocionante (87-85).

EFE/ Phillip Kim

Absolutamente impredecibles para lo bueno y para lo malo, los Clippers solo anotaron 28 puntos en la primera mitad y llegaron a perder de 25 en el tercer cuarto, pero se rehicieron al final con una avalancha de baloncesto sudoroso y de máxima entrega que dejó pasmado al conjunto de Denver.

EFE/ Phillip Kim

Los Nuggets no se rindieron hasta el final pero fallaron el triple de Nikola Jokic y el palmeo de Aaron Gordon para haberlo cambiado todo.

Amir Coffey, que atraviesa probablemente su mejor momento desde que aterrizó en la NBA, consiguió 18 puntos, 5 rebotes, 7 asistencias y 4 robos para unos Clippers en los que aglutinaron fuerzas Reggie Jackson, Terance Mann, Marcus Morris y Eric Bledsoe (todos por encima de los 10 puntos).

El español Serge Ibaka jugó 22 minutos en los que aportó 4 puntos (2 de 7 en tiros), 9 rebotes, un robo y un tapón.

En los visitantes, Aaron Gordon fue el jugador más efectivo (30 puntos con 11 de 16 en tiros, y 12 rebotes) y Nikola Jokic rozó el triple-doble (21 puntos con 9 de 14 en tiros, 13 rebotes y 8 asistencias).

El argentino Facundo Campazzo disputó 29 minutos en los que sumó 2 puntos (0 de 6 en tiros, 2 de 2 en libres), 5 rebotes, 5 asistencias y un tapón.

Los Clippers fueron una ruina en la lucha por el rebote (31 frente a 56) pero se aprovecharon del penoso acierto del triple de los Nuggets (12,1 % con 4 de 33) y sus 19 balones perdidos (9 de los angelinos).

PRIMERA PARTE PARA LLORAR…

Nikola Jokic quiso dejar claro quién era el rey de la zona con varias asistencias de mucho caché, pero Amir Coffey se encargó de responder a la estrella serbia (8-10 con 5.49 en el reloj).

Salvo un mate de Jeff Green a pase de Facundo Campazzo, el primer cuarto (16-18) no destacó por su riqueza en ataque: los Clippers solo anotaron 6 de sus 22 tiros (1 de 8 en triples) y los Nuggets perdieron 5 balones.

A sus 35 años, un Green inagotable destacaba en el desierto ofensivo en el que discurría el encuentro, algo especialmente preocupante para unos Clippers que no sacaban rédito de los minutos en el banquillo de Jokic (22-26 con 6.52 para el descanso).

Con el oficio de Aaron Gordon, los de Denver amenazaron con marcharse en el marcador, pero la primera parte fue para que los fans de ambos equipos se echaran a llorar (28-41).

Los Clippers anotaron solo el 27,3 % de sus tiros (12 de 44) y el 7,1 % de sus triples (1 de 14) y además cayeron con estrépito en el rebote (18 frente a 35).

Tampoco los Nuggets estaban para presumir en el descanso: metieron solo el 12,5 % de sus triples (2 de 16) y acumularon 9 pérdidas de balón.

… Y SEGUNDA MITAD ÉPICA

Los graves problemas de los Clippers no solo no se solucionaron en el vestuario sino que parecieron agravarse.

Un parcial de 6-18 para los Nuggets, con Jokic al frente de la caballería, colocó a los angelinos contra las cuerdas y 25 puntos abajo sin demasiados motivos para pensar en una remontada (34-59 a falta de 7.04).

Pero cuando nadie se lo esperaba, los Clippers resucitaron.

Un extraordinario parcial de 21-3 les devolvió de golpe al encuentro tirando de colmillo en defensa, del acierto por fin en el triple, y del desparpajo en ataque de Amir Coffey y Terance Mann (55-62 a falta de 1.15).

En el arranque del último cuarto (55-66), la inercia estaba claramente del lado de los Clippers, que con una canasta de Eric Bledsoe y un mate de Brandon Boston Jr. terminaron de creerse que la machada era posible (62-66 con 10.38 para al final).

Aturdidos y muy desacertados, los Nuggets tardaron tres minutos en anotar en el último parcial, pero hallaron en Gordon el salvavidas al que aferrarse en medio de semejante tormenta.

Reggie Jackson, con un canastón tan típico de los suyos, logró empatar el encuentro (71-71 a falta de 7.03) y se citó en un fantástico reto con Jokic para ver quién de los dos aguantaba mejor la presión.

Sin embargo, fueron Amir Coffey y Nico Batum, con dos triples cuando el encuentro se decidía a cara o cruz (86-81 a falta de 1.47), los que permitieron que los Clippers firmaran una épica victoria digna de “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”.

David Villafranca

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