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París, 5 may (EFE).- Varios altos cargos del Partido Socialista, como Martine Aubry y Olivier Faure, defendieron este jueves el polémico acuerdo entre su formación y la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon, asociada a su vez con ecologistas y comunistas de cara a las elecciones legislativas de junio.

“No hay sumisión a los Insumisos”, dijo el secretario general de los socialistas, Olivier Faure, en referencia al partido de Mélenchon, La Francia Insumisa, que en la primera vuelta de las presidenciales con casi el 22 % de los votos se quedó a 400.000 de Marine Le Pen, y por tanto de calificarse para disputar el duelo por el Elíseo con Emmanuel Macron.

En una entrevista en la cadena BFMTV, Faure explicó que con el compromiso con La Francia Insumisa (LFI) del líder de la izquierda radical lo que hay es una voluntad de construir una coalición.

“Hay tantos puntos de convergencia que sería una locura pasar por alto” el acuerdo, dijo Faure.

Sobre la controvertida indulgencia de Mélenchon hacia el dirigente ruso Vladímir Putin y sus críticas a ciertos tratados europeos, Faure aseguró que su partido seguirá defendiendo la entrega de armas a los ucranianos, las sanciones contra Putin y la intransigencia hacia su régimen.

Insistió en que el objetivo es “permitir a la izquierda volver al poder. Que los franceses que sufren puedan encontrar una forma de esperanza con nosotros”.

Este miércoles anunció que se iba del PS a causa de ese acuerdo Bernard Cazeneuve, que fue ministro de Interior y más tarde primer ministro durante el Gobierno del socialista François Hollande.

Hoy fue otra figura histórica de la formación, Martine Aubry, la que salió en defensa del compromiso, que debe recibir el visto bueno del Comité Nacional que se reúne esta tarde.

La alcaldesa de la ciudad de Lille, ministra de Asuntos Sociales y Trabajo en los años 90, fue la promotora entonces del adelanto de la edad de jubilación a los 60 años, una de las medidas que ahora figura en el pacto de izquierdas para volver a aplicarla en caso de que pudieran formar Gobierno.

En una nota publicada en Twitter, Aubry dijo ser “consciente” de los límites del acuerdo, que supone cesiones para cada una de las partes. Pero consideró que los electores de la izquierda mostraron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales el 10 de abril “una fuerte aspiración a la unión”. “Hay que escuchar este mensaje”, subrayó.

Otros líderes del partido, como el propio Hollande o el exministro Stéphane Le Foll han criticado también con dureza el acuerdo, con el que los socialistas aspiran a no desaparecer del Parlamento teniendo en cuenta la derrota histórica en la primera vuelta de las presidenciales, donde su candidata Anne Hidalgo obtuvo un 1,74 % de los sufragios.

Con el texto acordado entre las formaciones, los socialistas podrán presentar candidatos en unas 70 de las 577 circunscripciones que hay en el país con el objetivo de salvar la treintena de diputados que tienen ahora.

La intención es reunir a una mayoría de partidos de izquierdas tras el escudo de la Nueva Unión Popular Ecologista y Social (NUPES), y obtener una mayoría en la Asamblea Nacional que obligue al presidente Emmanuel Macron a poner a Mélenchon como primer ministro y aplicar un programa más social.

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