Publicidad

Sarria (España), 30 jul (EFE).- Ampollas, ampollas, ampollas. La palabra ampolla fue la más pronunciada en la novena y y la décima jornada de la expedición Vuelta al Mundo, que desde ayer recorre en dos etapas parte del Camino De Santiago a su paso por la región española de Galicia (norte), con 36 jóvenes iberoamericanos procedentes de más de diez países.

El médico de la expedición Vuelta al Mundo atiende a una de los participantes en el viaje tras completar la segunda etapa del Camino de Santiago. EFE/Macarena Soto

El grupo partió el pasado 21 de julio desde Madrid y hasta el 13 de agosto recorrerá parte de España y Portugal en un homenaje a la primera circunnavegación del mundo (1519-1521) liderada por el portugués Fernando de Magallanes y el español Juan Sebastián Elcano.

Entre risas, canciones y ánimos, los expedicionarios completaron este sábado los 35 kilómetros que separan las localidades gallegas de Fonfría y Sarria.

“Graves, las ampollas”, resumía a EFE la cubana Eilí, quien en la segunda jornada de la expedición ya se quejaba de molestias en todo el cuerpo por causa del esfuerzo.

Pese a ello, los ánimos no decayeron entre los jóvenes que forman parte de esta aventura gracias a una beca financiada por la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID).

El proyecto está apoyado además por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Secretaría General Iberoamericana y la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), entre otras entidades.

UN RATITO A PIE Y OTRO CAMINANDO

Los jóvenes de Vuelta al Mundo llegaron ayer a Galicia donde nada más llegar, bocadillo en ristre, crema solar y botas puestas, se pusieron a caminar la primera etapa de una senda para muchos de ellos desconocida.

“Es hermoso”, decían a su paso por una cascada, un valle de castaños o alguna de las pequeñas aldeas que atraviesa esta ruta de peregrinaje conocida a nivel mundial y que cada año realizan de miles de personas.

Ya en el día de ayer, Eilí sufría en su caminata.

“No me siento los pies, yo creo que los pies me andan por inercia pero vamos bien yo creo que vamos a llegar”, compartía.

La etapa que realizaron terminó en la localidad de Samos, conocida en la zona por albergar un imponente monasterio en mitad de un valle en el que pasaron la noche los expedicionarios.

Al acomodarse en sus habitaciones, hacían cola para que la enfermera y el médico que les acompaña pudieran calmar un poco las heridas del camino.

Esta mañana, antes de salir, refuerzo de curas, un completo desayuno y de nuevo a la senda.

“El día genial gracias a los compañeros que me ayudaron a terminar, pero las ampollas fatal, sin ampollas hubiera sido un sprint”, decía a EFE la canaria Dipti.

Pero no todo fue sufrimiento, el español Urko y la argentina Azul tuvieron la suerte de no sufrir las molestas heridas.

“Me han respetado muy bien los pies y hemos podido disfrutar de una buena caminata y mucha charla”, decía Urko, al tiempo que su compañera Azul le respondía: “con dolor de rodilla, de tobillo, pero bastante bien, lo logramos”.

CONVIVENCIA MULTICULTURAL Y RUMBO A PORTUGAL

Tras finalizar la etapa, los jóvenes marcharon a Cachilandia, un territorio cercano donde una multicultural comunidad convive de manera sostenible, y tras la visita proseguirán su camino a Santiago donde pasarán la noche antes de marchar a Portugal.

Mañana, en la primera jornada en el país luso, recorrerán la playa de Oporto (norte) y visitarán el Centro de Innovación e Ingeniería para la Industria.

El lunes se trasladarán a la capital del país, Lisboa (centro), donde serán recibidos por la Embajadora de España en Portugal, Marta Betanzos, conocerán el centro de la ciudad y algunos de los monumentos más emblemáticos como el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belem.

Macarena Soto

Publicidad