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San Antonio de Prado (Colombia), 14 jul (EFE).- En un mirador decenas de personas observan desde temprano el escenario de la tragedia. San Antonio de Prado, un caserío cercano a Medellín, se estremeció la tarde del miércoles por el derrumbe de una ladera, que se cobró la vida de dos personas.

Vista general del deslizamiento de tierra en San Antonio de Prado, hoy, cerca a Medellín (Colombia). EFE/Luis A. Noriega

La tragedia obligó además a la evacuación de 58 viviendas y tiene en alerta a las poblaciones aledañas a la quebrada Doña María por un posible represamiento.

Un jinete observa desde una vía el deslizamiento de tierra (fondo) en San Antonio de Prado, hoy, cerca a Medellín (Colombia). EFE/ Luis E. Noriega

“Estamos acá, mirando la montaña a ver qué va a pasar y esperando no se vaya a represar otra vez la quebrada”, expresó a Efe Gloria Amparo Zapata, una de las líderes del corregimiento, quien señaló, mientras veía correr el agua a los pies del alud, que “de ahí para abajo son muchas las familias en riesgo, no son una ni dos, son muchas”.

En la zona del desprendimiento, donde se ven unos siete galpones de una empresa avícola de la región, fueron sepultadas algunas bodegas, en las que se almacenaba la comida de las aves, y dos casas.

Una de esas viviendas pertenecía a la mujer de 40 años que falleció junto a su hijo de 3 años, en medio de la emergencia.

TRAGEDIA ANUNCIADA

Según las autoridades de emergencia, el deslizamiento afectó un área de 6,3 hectáreas, desplazando un volumen de 274.000 metros cúbicos, lo que equivale a la carga de 7.611 camiones.

“La tierra crujió muy feo. Fue como un trueno. Comenzamos a ver bajar la montaña y fue una angustia muy grande. No sabíamos si correr o gritar”, relató Zapata sobre lo que vivió la vereda (aldea) Santa Rita.

Agregó la líder que en los más de 50 años que lleva en San Antonio de Prado nunca había presenciado algo así, pero reconoció que sí le preocupaba la presencia en los últimos meses de una especie de laguna y un pequeño chorro de agua que veían en la ladera.

“Esto estaba anunciado. Se había reportado que la montaña tenía grietas, que había una laguna cerca de los galpones, pero no nos hicieron caso”, aseguró Zapata.

La directora del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín (Dagrd), Laura Duarte, explicó a Efe que la emergencia se presentó por un movimiento en masa de “tipo rotacional” que afectó a la quebrada Doña María, por lo que establecieron “un polígono de seguridad” que abarcó a las 58 viviendas que fueron evacuadas.

“Lamentablemente tenemos la pérdida de dos vidas, pero hasta el momento no tenemos ningún otro reporte oficial de desaparecidos”, precisó Duarte desde el Puesto de Mando Unificado (PMU), instalado una vez se presentó el alud y que es atendido por tres cuadrillas de bomberos.

INSPECCIÓN CON DRONES Y GEÓLOGOS

En la mañana del jueves, drones sobrevolaron la zona para evaluar los alcances de la emergencia.

Además, geólogos identificaron “tres puntos críticos” en esta zona, uno de ellos por cuenta de las “cicatrices de antiguos movimientos”, y otro por la presencia de algunas grietas que mantienen en monitoreo.

Además de la vereda Santa Rita, el punto crítico del deslizamiento y la emergencia, activaron alarmas en poblaciones como El Paraíso y El Salado, mientras que el vecino municipio de Itagüí permanece en alerta naranja.

Según la Alcaldía de Itagüí, la quebrada Doña María es la corriente hídrica más importante de la zona, pues baja desde el caserío de San Antonio de Prado y recorre Itagüí de sur a norte.

El afluente Doña María representa cerca del 40 por ciento del cauce del río Medellín.

Sin embargo, la directora del Dagrd señaló que el sobrevuelo con helicópteros les permitió “descartar” un represamiento de la quebrada por este movimiento en masa.

Pese a ello, Duarte advirtió que las condiciones “pueden cambiar por diferentes factores ambientales”, incluso durante la madrugada del jueves hubo lluvias durante horas, y esto “obviamente hace que el suelo absorba más agua, por eso se mantiene toda la alerta” y la posibilidad de ampliar aún más el polígono de seguridad y más evacuaciones.

Jeimmy Paola Sierra

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