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Bogotá, 3 jul (EFE).- Antonio Navarro Wolff, uno de los tres presidentes de la Asamblea Nacional Constituyente de Colombia, considera que las protestas son, sin que los jóvenes sean conscientes de ello, una petición para que se aplique la Constitución, que “como toda obra humana es imperfecta”.

Próximo a cumplir los 73 años, el que se considera uno de los padres de la Constitución colombiana, que este domingo cumple 30 años de su promulgación, dice en una entrevista con Efe que no es necesaria una nueva Carta Magna y, por el contrario, reclama que la vigente se desarrolle y modifique en aspectos puntuales para consolidar los derechos de la ciudadanía.

Según el exsenador y miembro del opositor partido Alianza Verde, las actuales protestas son por el derecho a la salud, la educación, la participación, por los derechos de la tercera edad, de los jóvenes, de la mujer y todos “están consagrados en la Constitución, de manera que sin tener conciencia clara de ello, los manifestantes están pidiendo que se aplique a fondo la Constitución de 1991”.

Navarro, que es el único miembro vivo de la presidencia colegiada de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó el texto de 1991 que reemplazó al de 1886, cree que el estallido social que comenzó hace poco más de dos meses y que sigue, cada día con menos fuerza, es “justo y debe ser protegido por el Estado”.

Guerrillero del izquierdista M-19 y uno de los negociadores de la paz firmada por este movimiento con el Gobierno en 1990 recalca que la Constitución define a Colombia como “un Estado Social de Derecho” que se fundamenta en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en el que prevalece el interés general.

Fotografía tomada en febrero de 2020 en la que se registró al político colombiano y exmilitante del M-19 Antonio Navarro Wolf, durante una entrevista con Efe, en Bogotá (Colombia). EFE/Carlos Ortega/Archivo

Lo que pasa, dice Navarro -al que una granada le arrancó una pierna y le afectó gravemente la laringe en un atentado sufrido en 1985, cuando aún era guerrillero del M-19-, es que pese a que todo está en la Constitución todavía “no se ha llegado a ese punto en el que el país sea más equilibrado, con mejores derechos para los colombianos”.

PROGRESOS A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1991

“Hablando de Colombia como un Estado Social de Derecho lo que hace falta son leyes apropiadas y políticas públicas para desarrollar y avanzar en esos aspectos, especialmente en los derechos de todos los colombianos”, asegura Navarro, que fue por dos años ministro de Salud en el Gobierno de César Gaviria (1990-1994).

Reconoce que en 30 años de vigencia de la Constitución el país ha progresado en muchos campos, aunque en lo relacionado con los derechos “no es suficiente”.

Al referirse a los cambios logrados asegura que se avanzó en la separación de poderes, la autonomía del Banco de la República (emisor) para controlar la inflación, la democracia participativa y que se terminó el bipartidismo y la alternancia de poder entre los dos partidos tradicionales: el Liberal y el Conservador.

También se han logrado progresos, asegura, en temas puntuales como el reconocimiento a los derechos de los indígenas, de los afrocolombianos.

“Evidentemente, todavía nos falta mucho en varios temas, uno de ellos es la descentralización y la mejora de la justicia”, dice Navarro quien llama a todos, especialmente a la juventud, a utilizar el “voto como la forma más efectiva para ayudar a mejorar el país”.

SÍ A LOS CAMBIOS

Para Navarro, está claro que la Constitución se debe mantener haciéndole los cambios que demandan artículos que quedaron obsoletos por el paso del tiempo.

“La Constitución hay que mantenerla, hay que hacerle modificaciones porque como toda obra humana en el espacio-tiempo necesita modificaciones”, asegura.

Para él, esas modificaciones pasan por sentarse a mirar una necesaria reforma a la Policía, cambios en temas de la justicia pero “no se necesita para nada una nueva Constitución. Los que están planteando eso están equivocados, aquí ya la vieja Constitución pasada en el tiempo la reemplazamos por una nueva en 1991 y esta Constitución está suficientemente vigente para mantenerse”.

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