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Sídney (Australia), 3 ene (EFE).- Australia registró este lunes una cifra récord de casi 40.000 contagios de la covid-19 mientras el primer ministro australiano, Scott Morrison, aseguró que mantendrá sus planes de reapertura económica.

“Hemos cambiado de marcha… Estamos gestionando de una manera diferente para poder vivir con el virus. La gente puede seguir trabajando, los niños pueden volver a la escuela cuando ésta empiece de nuevo. La gente puede mantener sus negocios abiertos y ganarse la vida”, dijo Morrison a la cadena de televisión Nine Network.

En Australia- país que mantuvo una dura política de confinamientos por unos pocos casos y que desde el pasado 1 de noviembre comenzó la reapertura progresiva de sus fronteras internacionales, se han triplicado el número diario de contagios de la covid-19, que en Navidad rondaban los 9.600.

La región de Nueva Gales del Sur, la más poblada y más golpeada por la variante ómicron, reportó este lunes 20.794 infecciones, y en el vecino estado de Victoria, el segundo más poblado, registró un récord diario de 8.577 contagios.

Las personas hospitalizadas en Nueva Gales del Sur sumaron hoy 1.204, la cifra más alta desde el 23 de septiembre pasado (95 en cuidados intensivos y 25 con ventiladores mecánicos), mientras que en Victoria las autoridades sanitarias han pedido a la población que no acuda a los servicios de emergencia a menos de que sea “absolutamente necesario”.

Otros estados como Queensland, que habían evitado hasta hace poco la propagación masiva del virus, también han reportado cifras diarias récord , tras días de escasez de pruebas caseras de antígenos, cuyo precio ha aumentado en al menos un 50 por ciento, así como de largas colas en las clínicas para someterse a los exámenes de PCR.

El gobierno de Morrison – que cambió el fin de semana pasado la definición de contacto estrecho, privilegia el uso de las pruebas caseras y apuesta por la administración de la vacuna de refuerzo- es fuertemente criticado porque se niega a subsidiar las pruebas caseras o dar cualquier otro tipo de ayuda financiera como lo hizo al principio de la pandemia.

“Hemos cambiado de marcha con la ómicron y los requisitos para las pruebas, el aislamiento y todas esas cosas han cambiado porque la ómicron, como sabemos ahora, es un 75 por ciento menos virulenta y menos severa que la variante delta. Si uno ha sido hospitalizado ahora es que no ha sido vacunado o porque contrajo la delta y no la omicron”, remarcó Morrison. EFE

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