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Washington, 26 abr (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró este miércoles que no está dispuesto a negociar con la oposición republicana sobre el techo de deuda e instó al Congreso a actuar para evitar que Estados Unidos incurra en un impago de su deuda soberana.

Biden hizo esas declaraciones justo cuando la Cámara Baja de EE.UU., bajo control de los conservadores, comenzó a debatir y se prepara para votar un plan diseñado por su líder, Kevin McCarthy, para subir el techo de deuda a cambio de amplios recortes del gasto público.

“Estaría feliz de reunirme con McCarthy, pero no para hablar sobre si se extiende o no el techo de deuda. Eso no es negociable”, afirmó Biden en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

El mandatario citó a presidentes republicanos como Ronald Reagan (1981-1989) y Donald Trump (2017-2021), quienes durante su tiempo en la Casa Blanca abogaron por suspender el techo de endeudamiento.

Biden se mostró inflexible en la negociación con los republicanos y dejó claro que deben suspender el límite de endeudamiento sin pedir a cambio una disminución del gasto público, en sintonía con las posturas de disciplina fiscal del Partido Republicano.

Entre otras cosas, el plan de McCarthy incluye recortes a programas estrella de Biden, como la cancelación de la deuda estudiantil, y endurece las condiciones para acceder a recursos de ayuda sanitaria y alimentaria.

Biden y McCarthy llevan sin hablar personalmente sobre el techo de endeudamiento desde el 1 de febrero, cuando se reunieron en la Casa Blanca.

El techo de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, las devoluciones de impuestos y otros pagos.

Cada cierto tiempo, EE.UU. se asoma al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Ejecutivo estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de suspender ese techo según crea conveniente.

El control del Congreso está dividido entre los republicanos en la Cámara de Representantes y los demócratas en el Senado y si estos no acuerdan suspender el techo antes de que expiren las medidas financieras especiales en vigor hasta junio el país se verá forzado a dejar de pagar sus deudas, lo que podría provocar una crisis financiera global.

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