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Lima, 21 abr (EFE).- La réplica de la residencia del embajador japonés en Lima donde las Fuerzas Armadas ensayaron el rescate en 1997 de los rehenes del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) será elevada a la categoría de centro de interpretación y museo contemporáneo para destacar el “legado histórico” de ese operativo, anunció este viernes la presidenta de Perú, Dina Boluarte.

La jefa de Estado participó este viernes en la ceremonia del 26 aniversario del operativo de rescate Chavín de Huántar, como se conoce a la operación, al cual acudieron los 195 miembros de un comando militar que tomaron parte del rescate, entre los cuales estuvo al mando el actual presidente del Congreso, José Williams, entre otras autoridades militares y civiles.

Durante su discurso, en los exteriores de la réplica levantada en un ambiente del Ejército, Boluarte remarcó que “la operación Chavín de Huántar es considerada una de las más exitosas del mundo y por ello se ganó el elogio y respeto de la comunidad internacional”.

Al recordar los años del terrorismo en el país, la mandataria subrayó que “nuestros valerosos guerreros (…) que visten el uniforme, pero también la sociedad civil organizada, jamás cedieron, ni le dieron tregua al terror, combatieron y vencieron a estos demenciales grupos y a sus planes siniestros”.

Boluarte afirmó que uno de los “factores del éxito” del rescate de los rehenes del MRTA fue “el constante entrenamiento en esta réplica”, convertida hasta hoy en museo militar, y donde la población tenía la posibilidad de “conocer y revivir esta parte importante de nuestra historia”.

En ese sentido, la gobernante anunció que ha dispuesto elevar de categoría a este recinto para que “sea considerado por el Ministerio de Cultura como Centro de Interpretación Museo Contemporáneo Chavín de Huántar”.

La intención de esta medida es que el lugar “se convierta en espacio promotor de la valentía de nuestras fuerzas armadas, revelando a sus visitantes por qué esta operación militar es un legado histórico para los peruanos y peruanas”.

Boluarte añadió que con esas “hazañas” las Fuerzas Armadas “no solo salvaron al Perú de los sanguinarios brazos del terrorismo, sino que dieron un mensaje firme y claro (de) que nadie se atreva a amenazar nuestra libertad, que nadie pretenda socavar nuestra democracia y que nadie impida nuestro derecho a la paz, a la vida, al progreso y al desarrollo”.

El grupo terrorista MRTA tomó a cientos de rehenes durante una ceremonia en la residencia del embajador japonés en Lima en diciembre de 1996 y mantuvo a 72 de esos cautivos por casi 4 meses hasta el 22 de abril de 1997, en que los militares ejecutaron el operativo de rescate en esa casa, ubicada en un distrito céntrico y residencial de la capital peruana.

A raíz del ingreso de los comandos, a través de túneles subterráneos y haciendo uso de explosivos, los 14 secuestradores del MRTA murieron en el operativo, así como 2 militares y un rehén, en tanto que el entonces canciller y uno de los cautivos, Francisco Tudela, resultó herido en una pierna, al igual que otros rehenes que lograron escapar durante los primeros minutos del rescate

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