Sao Paulo, 10 jun (EFE).- El Gobierno brasileño anunció este viernes el envío al estado de Amazonas de tropas de la Fuerza Nacional de Seguridad, un cuerpo de elite de la Policía, para combatir el narcotráfico y los crímenes ambientales, los principales problemas de esta vasta región de selva en el norte de Brasil.
La decisión, publicada hoy en el Diario Oficial de la Unión, no está directamente relacionada con la desaparición del indigenista brasileño Bruno Araújo y del periodista británico Dom Phillips, colaborador de The Guardian, mientras realizaban una investigación en otra región de la Amazonía, concretamente en el Valle do Javari.
La Fuerza Nacional actuará durante 90 días en regiones del río Negro y del río Solimoes que se han convertido en una de las principales rutas para el tráfico internacional de drogas y los crímenes medioambientales, como la pesca y la caza furtivas y la minería ilegal.
El Amazonas se ha convertido en una puerta de entrada de la droga procedente de Colombia y Perú, lo que ha aumentado la criminalidad en la región y puesto en riesgo las centenas de etnias indígenas que viven en este estado.
Los riesgos y presiones a las que están sometidos los indígenas era uno de los objetos de investigación de Phillips, quien se encontraba junto con Araújo, uno de los principales indigenistas de Brasil y mayores conocedores de la región del Valle do Javari, donde habita el mayor número de pueblos originarios aislados del mundo.
Ambos se encuentran desaparecidos desde la mañana del domingo pasado, cuando deberían haber regresado a la ciudad de Atalaia do Norte tras visitar varias comunidades riberiñas de la región.
Por el momento, la Policía ha detenido a un hombre de 41 años que podría estar relacionado con la desaparición e investiga la presencia de manchas de sangre en su embarcación, aunque no descarta que pudieran ser de un animal.
Mientras las autoridades prosiguen con las investigaciones, sigue aumentando la presión internacional para que el Gobierno brasileño redoble los esfuerzos en la búsqueda de Phillips y Araújo.
La ONU denunció la falta de información sobre la desaparición y criticó la respuesta “extremadamente lenta” por parte del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
