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Kinsasa, 7 abr (EFE).- Seis hombres congoleños fueron condenados este viernes a cadena perpetua en la República Democrática del Congo (RDC) por el asesinato del embajador italiano en ese país Luca Attanasio y otras dos personas en febrero de 2021 en un ataque armado, según la sentencia dictada por un tribunal militar de Kinsasa.

El pasado marzo, la Fiscalía solicitó la pena de muerte para los sospechosos, detenidos en enero de 2022, a quienes acusó de asesinato, pertenencia a un grupo de delincuentes y posesión ilegal de armas de guerra y munición.

El tribunal militar de Kinsasa-Gombe, ubicado en la prisión militar de Ndol, desestimó esa petición y finalmente dictó cadena perpetua para los acusados, que han defendido su inocencia durante el juicio, que empezó el pasado octubre.

Los enjuiciados sostuvieron, además, que sus confesiones iniciales fueron obtenidas por la Policía bajo tortura.

Los abogados de los condenados arguyeron que la Fiscalía no aportó pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad de sus clientes y exigió su exoneración.

El tribunal militar también otorgó hoy una indemnización a Italia por el equivalente en francos congoleños a unos dos millones de dólares (algo más de 1,8 millones de euros).

Cinco de los acusados estuvieron presentes hoy en la audiencia para escuchar la sentencia, mientras el sexto aún permanece en busca y captura.

El ataque ocurrió el 22 de febrero cerca de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte (noreste), cuando presuntos rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), grupo insurgente de origen ruandés que opera en la zona, interceptaron un convoy de la ONU en el que viajaba el embajador italiano, según el Gobierno congoleño.

Sin embargo, el grupo rebelde negó estar detrás de la autoría del ataque.

En la emboscada murió el conductor del diplomático, el congoleño Mustapha Milambo, mientras Attanasio y su guardespaldas, el policía italiano Vittorio Lacovacci, fueron secuestrados y fallecieron después tras una operación de rescate fallida.

Después del asesinato, se abrieron diferentes investigaciones sobre los hechos, tanto por parte de la ONU, como de la Fiscalía de Roma y las autoridades congoleñas.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco), con más de 16.000 efectivos desplegados.

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