EDMONTON, 07 MAYO.- Más de 25.000 ciudadanos canadienses se han visto obligados a abandonar sus hogares debido a los numerosos incendios forestales que han estallado en la provincia occidental de Alberta. El gobierno local ha declarado el estado de emergencia, mientras que miles más han sido advertidos de estar preparados para abandonar sus hogares en cualquier momento. La cantidad de incendios ha crecido a 110 y ha sido avivada por los fuertes vientos en la zona.
Danielle Smith, primera ministra de Alberta, ha declarado en rueda de prensa que se ha declarado el estado de emergencia para garantizar “la seguridad, salud y bienestar de los albertanos” tras una reunión del comité de gestión de emergencias de su gobierno. La provincia, una de las mayores productoras de petróleo, ha experimentado una primavera seca y calurosa, lo que ha resultado en una situación sin precedentes debido a los incendios forestales.
Según los últimos reportes, se han quemado unas 122.000 hectáreas en la región. La declaración del estado de emergencia otorga al gobierno de Alberta mayores poderes para responder a situaciones extremas, incluida la movilización de recursos adicionales y el desbloqueo de fondos de emergencia.
Casi toda Alberta y gran parte de la vecina provincia de Saskatchewan, así como una amplia franja de los Territorios del Noroeste, se enfrentan a riesgos extremos de incendio, según un mapa de peligro de incendios del gobierno federal. El ministro federal de Preparación de Emergencias, Bill Blair, ha tuiteado que Ottawa está dispuesta a proporcionar asistencia federal en caso de ser necesario.
Las instalaciones de arenas petrolíferas están siendo monitoreadas de cerca debido a los peligros, pero hasta el momento ninguna ha reportado interrupciones en su producción.
Mientras tanto, los bomberos luchan contra un incendio fuera de control en Drayton Valley, una comunidad con 7.000 habitantes y a unos 140 kilómetros al oeste de Edmonton, que ha sido evacuada. Además, a unos 550 kilómetros al norte de la capital provincial, un grave incendio ha consumido 20 viviendas, un almacén general y una comisaría de policía en la comunidad de Fox Lake, donde los residentes han sido evacuados en barco y helicóptero.
En los últimos años, el oeste de Canadá se ha visto azotado repetidamente por fenómenos meteorológicos extremos, cuya intensidad y frecuencia han aumentado debido al calentamiento global.
