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Turín (Italia), 12 may (EFE).- Ha nacido una estrella y busca hueco en el firmamento artístico, una misión puede que más dura que la ya de por sí intensa preparación que exige Eurovisión 2022, como reconoce para Efe la representante de España en este festival, Chanel.

La representante de España en Eurovisión 2022, Chanel, durante una entrevista con Efe. EFE/Álvaro Padilla

“Le tengo más miedo a lo que venga después, porque aún no he pensado en ello”, confiesa la artista, “muy enfocada” en la final de este sábado, para la que parte con su “SloMo” como quinta favorita al triunfo por parte de las casas de apuestas.

A poco más de 48 horas de ese momento, se reconoce “nerviosa” y confiesa que alguna noche se ha despertado “activada” a las cuatro de la mañana, lista para volver a la sala de ensayos y practicar todavía más una actuación que, aprendida en sus trazos más gruesos desde la selección de Benidorm Fest, podría realizar sonámbula.

“Yo voy a por todas. Si no, no dedicaría tantas horas a esto. Pero tampoco me decepcionaría si no ganara, porque mi equipo y yo lo hemos dado todo por ese micrófono de cristal”, afirma ante una posible victoria que los eurofanes han bautizado como “chanelazo”.

Afirma que lo más duro no han sido las horas invertidas, algo a lo que está acostumbrada por sus años de trabajo como intérprete de musicales, sino que “da igual que aquí tengas un mal día, que tienes que tirar del grupo con energía y estar delante con todo”.

No cita la oleada de ataques verbales recibidos tras su elección el pasado enero, ni tampoco las críticas de algún político que ponía en duda el carácter feminista de su canción, cosas que se han ido difuminando con el tiempo hasta convertir su candidatura en una de las más apoyadas y menos discutidas de España.

¿Ha enamorado Chanel? “Yo hago las cosas no por el resultado, sino desde otro motor, que es la honestidad y la sinceridad. Hago las cosas por amor. Yo no hablo desde la cabeza y quizás por eso la gente ha empatizado”, afirma “ilusionada” por la gran cantidad de mensajes positivos recibidos.

Su director de escena y coreógrafo, el estadounidense Kyle Hanagami, colaborador de estrellas como Jennifer López, ideó para la final una propuesta que, abanico en ristre, chaqueta torera y fanfarria de trompetas al inicio, estira el cliché de lo español. “Es muy inteligente, porque son tópicos llevados a una actuación de 2022”, defiende la intérprete, nacida en La Habana hace 31 años.

No falta en mitad del adrenalínico “show” un grito -“¡Agua!”- que bien podría convertirse en marca de la casa, algo así como el “¡Azúcar!” de su paisana Celia Cruz. “Puede ser. No fue estudiado, me salió solo, porque yo lo digo mucho”, comenta al respecto.

“Mis raíces me tiran muchísimo. Yo nací en Cuba y la sandunga esa se lleva. En mi casa se ha escuchado mucho a Gloria Estefan, a Celia Cruz, La Lupe, Van Van u Orishas… Me recuerdan esa cosa que no se puede explicar, solo sentirla cuando suenan unas trompetas y un guaguancó”, explica esta artista que dice ser quien es por su esencia “y la disciplina y la técnica aprendidas en Cataluña”.

“QUE LA GENTE DISFRUTE COMO YO CON BEYONCÉ”.

Criada desde muy niña en Barcelona, Chanel Terrero (La Habana, 1991) parece recoger ahora los frutos de muchos años de siembra y trabajo en los que, entre otras cosas, se reencarnó en Whitney Houston para interpretar sus canciones en el musical de “El guardaespaldas” y en los que estuvo a punto de ser la Anita del remake de Steven Spielberg de “West Side Story”.

“Es mi película favorita y ese personaje es por lo que yo me dedico a lo que me dedico”, cuenta incrédula por haber llegado al cásting final junto a otras cinco aspirantes, entre ellas la mismísima Ariana DeBose que se llevó un Oscar por esa interpretación.

Este podría ser el trampolín definitivo de Chanel hacia las estrellas, algo en lo que dice no haberse parado a pensar todavía, aunque ya tiene proyectos amarrados para cuando acabe Eurovisión, como protagonizar el musical “Malinche” de Nacho Cano. “Trabajar con él ha sido increíble”, comenta sobre un papel con el que se hizo mucho antes de que el festival estuviese en su radar.

Además, toca pensar en afianzar su carrera musical y en lo que habrá de venir después de “SloMo”. “Eso no me da presión, eso me hace ilusión”, asegura esta artista a la que, tras más de una década de trayectoria artística, se le ha abierto una nueva senda profesional.

“Soy fiel seguidora del pensamiento de que el no ya lo tengo, así que voy a por el sí. Lo de la música es algo que se ha cruzado en mi camino y que he cogido con muchas ganas”, afirma antes de manifestar uno de sus sueños: “Hacer un concierto con un montón de canciones y que la gente disfrutara como yo lo hacía cuando iba a ver a Beyoncé”.

Javier Herrero

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