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Pekín, 26 sep (EFE).- China liberó “por motivos de salud” a los dos canadienses que detuvo en diciembre de 2018, quienes regresaron el sábado a Canadá al tiempo que la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, volvía al país asiático en virtud de un acuerdo con las autoridades estadounidenses, que habían pedido su extradición.
Según se hizo eco anoche la agencia estatal de noticias Xinhua, citando autoridades “de la seguridad nacional” chinas, los dos tribunales que juzgaron y condenaron por espionaje a los canadienses Michael Kovrig y Michael Spavor aprobaron el sábado su “liberación bajo fianza” después de que éstos la solicitasen por motivos de salud.
Además de aprobar su libertad bajo fianza “en base a diagnósticos médicos”, los tribunales dictaminaron “la suspensión de sus juicios”, tras lo cual “las autoridades de la seguridad nacional se encargaron de hacer cumplir esta decisión”, afirma la nota.
Kovrig es un diplomático en excedencia que en el momento de su detención trabajaba para el laboratorio de ideas Crisis Group, mientras que Spavor es un empresario especializado en negocios con Corea del Norte.
Los dos canadienses fueron detenidos en China en diciembre de 2018 en aparente represalia por el arresto de Meng en Vancouver a petición de EEUU, que pedía su extradición y la acusaba de fraude.
Tras su detención, Meng pasó a libertad condicional y vivía con su familia en una de las mansiones que posee en Vancouver.
Mientras, los “Michaels” han permanecido en China en riguroso aislamiento estos tres años, según la prensa canadiense, con limitadas visitas por parte del personal consular canadiense.
Pekín siempre ha negado que las detenciones de los canadienses tuvieran relación alguna con el caso Meng.
ACUSADOS DE ROBAR SECRETOS DE ESTADO
Spavor fue condenado en agosto de este año a 11 años de cárcel, a una multa y a ser deportado. La sentencia de Kovrig, cuyo juicio tuvo lugar en marzo, aún no se había hecho pública.
Según los tribunales chinos, “Spavor tomó fotos y vídeos de equipo militar chino, material clasificado como secreto de estado, e hizo llegar los documentos a varios individuos en el exterior”, recoge Xinhua.
De Kovrig aseguran que, entre 2017 y 2018, “entró en China con falsos pretextos y recolectó una gran cantidad de documentos secretos relacionados con la seguridad nacional mediante terceras personas. También escribió informes en base a estas informaciones y proveyó de documentos a organizaciones en el exterior”.
Según las autoridades citadas por la agencia estatal, los derechos de los acusados fueron “completamente protegidos”.
“Confesaron sus delitos y expresaron por escrito su arrepentimiento”, agrega la nota.
Finalmente, los “dos Michaels”, como se conoce popularmente en Canadá a Kovrig y Spavor, llegaron a Calgary (Canadá) alrededor de las 06.00 hora local (12.00 GMT) del sábado.
Su liberación se produjo poco después de que Meng llegara desde Canadá a un acuerdo con las autoridades estadounidenses para suspender el proceso judicial por fraude contra ella, lo que posibilitó su regreso a China el mismo sábado.
Hasta el momento, ninguna autoridad china se había referido a la liberación de los “Michaels”. Ayer, los portavoces chinos obviaron su existencia y se limitaron a calificar el caso Meng como uno de “persecución política” para “reprimir a las empresas tecnológicas chinas”.
La llegada simultánea el sábado de “los Michaels” a su país, y de la directora financiera de Huawei al suyo supuso el inicio del fin de una grave crisis que ha dañado las relaciones diplomáticas entre Ottawa y Pekín durante los pasados tres años.

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