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La Habana, 19 abr (EFE).- Brenda Díaz, la manifestante trans cubana sentenciada a 14 años de cárcel por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 y recluida en una prisión para hombres, fue condenada este martes a 7 meses más de confinamiento en un nuevo proceso judicial.

Según pudo saber EFE a través de Ana María García, madre de la joven, el tribunal de la provincia de Mayabeque (oeste) donde se le juzgaba la encontró culpable de un delito de desacato que ella, de 29 años, niega haber cometido.

La sentencia no es firme y de hecho la defensa tiene previsto apelar, alegando incongruencias en el testimonio del guardia y principal testigo de la fiscalía.

Se trata de “un supuesto desacato que no existió”, explicó Díaz -que compareció esposada ante el tribunal- en un audio facilitado por su madre.

La condenada, que se dice “víctima de maltrato psicológico, verbal y físico”, se mostró sin embargo dispuesta a seguir adelante: “Yo no me voy a rendir, voy a seguir luchando porque Cuba sea un país libre y soberano”.

El juicio se celebró tras la suspensión de la vista el pasado viernes, por la incomparecencia del guardia.

Los hechos por los que Díaz fue juzgada tuvieron lugar el 12 de febrero pasado en la cárcel del municipio Güines (oeste) donde cumple su pena.

Según el testimonio de la madre, Díaz fue insultada con expresiones tránsfobas en el comedor de la cárcel por el guardia cuando se encontraba con varios compañeros. Al reclamarle al oficial, la presa fue “brutalmente golpeada”, según la versión de la defensa.

García sostiene que los golpes constan en un certificado de lesiones recogido en el expediente y que da cuenta de moretones en diferentes partes de su cuerpo.

La acusación ha admitido que ella recibió un sólo “bastonazo”, aunque según García el guardia reconoció en el juicio no saber cuántos golpes le propinó a la joven.

Después de la agresión, Díaz fue aislada durante 15 días. “Estuvo 12 días sin bañarse (ducharse), sin atención (médica, ella padece de VIH), apenas le dieron comida, y sin lavarse la boca”, lamentó su madre.

La fiscalía no ha hecho público su escrito de acusación y los medios oficiales, como es habitual, no han dado cuenta de este juicio.

SENTENCIA DE 14 AÑOS

En agosto de 2022, el Supremo mantuvo la condena de 14 años contra Díaz por los delitos de desórdenes públicos y sabotaje que le impuso el tribunal militar que la juzgó en primera instancia.

En su sentencia, el alto tribunal aseguró que la sanción fue “legal, justa” y “racional”.

El fallo consideró probado que Díaz -que durante todo el proceso fue tratada por el género con el cual no se identifica- tiró piedras contra una tienda en divisas en Güira de Melena, entró en el establecimiento con unos manifestantes y robó un ventilador, una olla de presión y confituras.

El Supremo redujo hasta en 6 años las sanciones de 11 de las 21 personas en la causa en la que se encontraba Díaz, en su mayoría acusados por los mismos delitos.

ENCERRADA ENTRE HOMBRES

Díaz se encuentra en el pabellón de hombres de la cárcel del municipio Güines, pese a que no se corresponde con su identidad de género.

Se trata de un centro penitenciario especial -con una sección de hombres y otra de mujeres- para personas con el virus del VIH.

Esta prisión fue recientemente visitada por la directora del Centro Nacional Educación Sexual (Cenesex), Mariela Castro.

Su madre denunció a EFE que su hija fue rapada al momento de ingresar y sufrió de una agresión sexual dentro de la prisión.

En la acusación original contra Díaz, a la que tuvo acceso EFE en su momento, la fiscalía recogió datos con tintes tránsfobos, según han criticado distintos activistas consultados por EFE.

Por ejemplo, se destaca que, durante las protestas, Díaz utilizó un vestido. Además subrayó el hecho de que es seropositiva y confunde su identidad de género con una “orientación sexual”.

En Cuba es posible cambiar el nombre legal de una persona trans en su carné de identidad y también la foto, mas no el género registrado al momento de nacer.

Este vacío legal permite que otras personas trans arrestadas como Díaz terminen en prisiones que no se corresponden con su identidad de género. EFE

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