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Nueva York, 12 may (EFE).- El alcalde de Nueva York, Eric Adams, fue centro este jueves de críticas por no haber preparado un plan con anticipación y en coordinación con organizaciones proinmigrantes ante el inminente fin en esta medianoche del Título 42, que se prevé aumentará el flujo de indocumentados a esta ciudad, donde ya han llegado más de 60.000 desde el pasado agosto.

El director ejecutivo de la Coalición del Inmigrante de Nueva York (NYIC), Murad Awawdeh, habla hoy durante una conferencia de prensa en Nueva York (EE.UU). EFE/Ruth E. Hernández

También fue criticado por la orden ejecutiva que firmó el miércoles en la noche en la que hace cambios a las reglas vigentes en albergues públicos para alojar más inmigrantes que se espera arriben tras expirar esta noche el Título 42 impuesto por la Administración del presidente Donald Trump durante la pandemia para devolver en caliente a quienes cruzaran la frontera sin permiso.

De acuerdo con la Coalición del Inmigrante de Nueva York, que convocó una conferencia de prensa, la administración Adams necesita dejar las respuestas de emergencia y adoptar políticas permanentes, como invertir en infraestructura, -que incluye la coordinación con los municipios locales y las organizaciones comunitarias- lo que permitirá sacar a las personas de los refugios a viviendas permanentes mediante un programa de vales para pagar el alquiler.

La concejal Carlina Rivera, demócrata como el alcalde, recordó que esta es una emergencia que lleva mucho tiempo forjándose, que hay mucha gente necesitada de recursos, “pero en este momento, la Administración Adams no cuenta con un plan” para afrontar la posible llegada de miles de inmigrantes diariamente.

La falta de un plan, aseguró, “ha conducido a una situación inhumana”.

“Pedimos al alcalde que presente un plan, que trabaje con la gente que tiene la experiencia, con el Consejo (legislativo)”, dijo, y criticó a Adams por instalar a familias con niños inmigrantes en gimnasios e instalaciones como la antigua academia de la policía en Manhattan sin siquiera informar a los concejales que representan esa zona.

“¿Cómo se supone entonces que trabajemos en conjunto, cómo se supone que llevemos un mensaje que la gente pueda entender de que tenemos el dinero en un presupuesto de 106.000 millones de dólares (para ayudarles)?”, indicó.

El flujo de inmigrantes ha saturado los albergues públicos y la ciudad ha tenido que alquilar unos 120 hoteles, lo que ha creado una situación de emergencia humanitaria y económica, que, según el alcalde, se agravará con el fin del Título 42, por lo que optó por alquilar hoteles al norte del estado para alojarles por al menos 4 meses.

Ese plan ha chocado con la objeción de los responsables de los condados Rockland y Orange que emitieron órdenes ejecutivas para frenar el envío de los inmigrantes y aseguraron que Adams no contó con ellos antes de decidir esos envíos.

Nelcy García, codirectora del Proyecto Faro, que brinda servicios a inmigrantes en Rockland aseguró a EFE que estos son bienvenidos, pero le preocupa el clima hostil que está creando el jefe del condado, el republicano Ed Day, y que ello conlleve agresiones, como la que ya ocurrió contra unos empleados en el hotel que preparaban para los inmigrantes que enviaría la ciudad.

“Esto no es un acto político de republicanos contra demócratas, son seres humanos. ¿Por qué tenemos que pelear y tratar a esta gente como si fueran juguetes? Ellos vinieron a luchar porque en sus países la situación está mal. Emigramos por necesidad”, afirmó.

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