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QUITO, 21 ABRIL.- Daniel Noboa, presidente de Ecuador desde hace seis meses, enfrenta una prueba crucial de su capital político con una consulta popular que busca avanzar en reformas en seguridad y trabajo. Con 13 millones de ecuatorianos llamados a votar, la consulta se desarrolla en un contexto de tres crisis interrelacionadas: la ruptura diplomática con México, cortes de energía eléctrica y brotes de violencia urbana.

El mandatario, respaldado por su linaje empresarial, busca fortalecer su posición en el Ejecutivo. La consulta aborda reformas para fortalecer la seguridad, dar respaldo legal a las fuerzas armadas en su lucha contra la delincuencia, y reformar leyes sobre control de armas y condenas a narcotraficantes.

En el ámbito laboral, se propone nuevas formas de contrato para hacer más competitivo el mercado laboral, aunque esto genera preocupaciones sobre derechos laborales y seguridad social. Además, se consulta sobre el arbitraje internacional en asuntos de inversión y contratos.

Si las reformas son aprobadas, Noboa enfrentará el reto de hacerlas efectivas en un Congreso donde carece de mayoría. La oposición, liderada por Revolución Ciudadana y movimientos indígenas, se opone al proyecto reformista.

El país también enfrenta una crisis energética que ha provocado cortes de luz y pérdidas económicas significativas. Noboa ha declarado emergencia en el sector eléctrico y ha iniciado investigaciones sobre posibles sabotajes. En medio de este panorama, el resultado de la consulta marcará el rumbo político y económico de Ecuador en los próximos meses.

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