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La Habana, 11 abr (EFE).- El anuncio del Banco Central de Cuba (BCC) de aceptar nuevamente depósitos de dólares en efectivo en las entidades financieras es una señal del fracaso de la última gran reforma monetaria, que buscaba el fin de la dolarización de la economía, criticaron cuatro economistas consultados por EFE.

La medida, dada a conocer por sorpresa el lunes por la noche, se hizo oficial menos de dos años después de que el banco central prohibiera estas operaciones. El Gobierno lo justificó como una respuesta a las dificultades para el uso del billete verde en el sistema bancario internacional debido al embargo estadounidense.

Esa restricción coincidió con los primeros meses de la Tarea de Ordenamiento, una reforma monetaria -cocinada a fuego lento diez años atrás- que tenía como fin acabar con la doble moneda en la isla.

Hasta entonces, en Cuba funcionaba el peso (cup) y el peso convertible (cuc), paritario con el dólar.

La prohibición de los depósitos de billete verde -así como la reforma- dio impulso al mercado informal de divisas.

El cambio en la calle pasó de los 70 cup por dólar a mediados de 2021 a los 183 de este martes, lejos de los 24 pesos por moneda estadounidense de la tasa oficial. En el mercado cambiario oficial, la tasa es 110 pesos por billete verde.

UN PESO DÉBIL

A juicio de los economistas consultados, el cup, lejos de convertirse en el eje central de la vida económica cubana, perdió terreno y valor frente al dólar.

“El ordenamiento ha fracasado totalmente. Mal concebido, mal diseñado y mal implementado”, critica el economista cubano Mauricio de Miranda, profesor titular e investigador de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali (Colombia).

De Miranda añade que otro de los problemas de la norma -que entró en vigor el primer día de 2021- es que nunca hubo una “verdadera unificación” monetaria.

El académico se refiere a la apertura en 2019 de las tiendas en moneda libremente convertible (MLC), puntos de compra con tarjetas magnéticas con respaldo en divisa. De hecho, este martes el ministro de Economía, Alejandro Gil, informó que los depósitos en dólares pueden ir a las cuentas en MLC.

“Es un problema gravísimo porque la población está ganando en una moneda (cup) con la que no puede comprar todos los bienes que hay en el mercado. Eso desde el punto de vista social y político es inadmisible”, concluye.

El anuncio del BCC no sorprendió a Tamarys Bahamonde, doctorante en Ciencias en Políticas Públicas de la Universidad de Delaware: “Es el desenlace natural de la forma en la que han aplicado las políticas de la tarea de ordenamiento. Uno, de alguna manera, podía predecir que esto podía pasar”, dijo a EFE.

Los cuatro expertos coinciden en que el anuncio del banco central se puede entender como la dolarización parcial de la economía. Es decir: que el país ha vuelto al punto en el que se encontraba antes de anunciar la unificación monetaria.

“Entonces, ¿qué sentido tenía la tarea de ordenamiento con los costes económicos y sociales que ha tenido?”, se pregunta el economista cubano Elías Amor, en entrevista con EFE.

UN “DILEMA” DE 30 AÑOS

La sombra del dólar vuelve a planear sobre la isla 30 años después de que el entonces presidente Fidel Castro legalizara la tenencia del billete estadounidense.

A partir de ahí, el Gobierno cubano ha tomado distintas decisiones sobre qué hacer con esos dólares.

En 1993, Cuba legalizó los dólares; un año después creó el cuc para las operaciones en divisas; en 2004 impuso un gravamen del 10 % para intercambiar el billete verde por el cuc; en 2019 introdujo las MLC; en 2021 desapareció el cuc y prohibió los depósitos en dólar y, ahora, los ha vuelto a permitir.

Para De Miranda “después de 30 años, (el dólar) no se ha abandonado jamás. La dolarización parece ser el destino eterno de Cuba”.

“Es el dilema que tiene el país desde los noventa: dolarización o peso cubano. Ha sido conflictivo. Están promoviendo el uso de una moneda de un país que te sanciona”, apunta a EFE Pavel Vidal Alejandro, profesor asociado del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali.

Sin embargo, Vidal Alejandro subraya que los ingresos en moneda estadounidense tendrán un impacto positivo en las incipientes micro, pequeñas y medianas empresas privadas y para los insulares que reciben remesas.

Esto último, se suma al restablecimiento desde principios de marzo, de los envíos de remesas desde Estados Unidos a través de la empresa Western Union, un servicio suspendido desde 2020 por el gobierno de Donald Trump (2017-2021).

Amor no coincide y censura que lo que sucederá es una profundización de las desigualdades entre cubanos: “Han tomado la peor decisión posible (…) ¿A quiénes beneficia? A los que reciben remesas y pueden meterlas en sus cuentas. El que tenga un familiar en el extranjero, va a vivir muy bien. Pero el cubano que cobra en cup se va a encontrar en una situación complicada”.

FUTURO INCIERTO DEL CUP

Los expertos son poco optimistas sobre el futuro de la moneda nacional y del fenómeno inflacionario, aunque en esto último hay diferencias entre los cuatro.

En lo que sí coincidieron es que en Cuba se deben implementar reformas de calado, aunque sean impopulares, y pensadas a largo plazo.

“Después de tres años de inflación, ellos (los dirigentes) se dan cuenta de que no es tan fácil detenerla. (Se necesita) poner en práctica medidas de austeridad y no hay capital político para cerrar empresas, subir impuestos o reducir gasto público”, lamenta Pavel Vidal Alejandro.

En ese sentido, De Miranda pide que se tome una decisión definitiva sobre la dolarización: o reforzar al 100 % al peso cubano, y desaparecer las tiendas MLC, o adoptar una moneda extranjera -el experto sugiere que, en ese caso, sea el euro- como la oficial.

Juan Carlos Espinosa

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