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Washington, 18 abr (EFE).- El Gobierno de EE.UU. impuso este martes sanciones a 52 individuos y organizaciones internacionales a los que vincula con una red de lavado de dinero y financiación del grupo chií libanés Hizbulá.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. informó en un comunicado que adoptó esta acción en coordinación con las autoridades de varios países, ya que entre los sancionados hay personas y empresas del Líbano, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Sudáfrica, Angola, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Bélgica, Reino Unido y Hong Kong.

Según Estados Unidos, la red supuestamente facilitaba el pago, el envío y la entrega de fondos, diamantes, piedras preciosas, piezas de arte y objetos de lujo destinados al que EE.UU. describe como el banquero de Hizbulá, Nazem Said Ahmad, sancionado por el país norteamericano en 2019.

De acuerdo al Departamento del Tesoro, la red supuestamente ayudó a Ahmad a evadir las sanciones de EE.UU., con lo que ha podido mantener todo este tiempo su lujoso estilo de vida y la capacidad de financiar a Hizbulá.

“Los individuos implicados en esta red usaron compañías tapadera y planes fraudulentos para enmascarar el papel de Nazem Said Ahmad en transacciones financieras”, indicó en la nota el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.

Entre los sancionados hay parientes de Ahmad y socios empresariales que le han permitido seguir operando en lugares como Beirut, Dubái (EAU) y Johannesburgo (Sudáfrica) aprovechándose de la naturaleza del comercio de diamantes, piedras preciosas y de arte.

El Tesoro indicó que la red usaba “arreglos legales e ilegales” para coaccionar tanto a participantes voluntarios como involuntarios en sus negocios para que obtuvieran certificados de ingeniería falsos, que son requeridos a la hora de manejar los precios y los impuestos de los diamantes, con el fin de dar a sus compañías una apariencia legal.

También falseó documentos y usó empresas tapadera para permitir a Ahmad comprar y distribuir artículos de lujo y obras de arte procedentes de subastas y galerías de todo el mundo.

Para ello, la red rebajó el importe de las facturas de esos bienes y despachó cantidades al por mayor a través de puertos marítimos, bajo la influencia de Hizbulá, para trasladar los activos al Líbano sin pagar impuestos ni aduanas.

Ahmad ha eludido las sanciones de EE.UU. al emplear esa red que actuaba en su nombre haciendo transacciones y acumulando de forma clandestina grandes cantidades de divisas, lejos de la supervisión de las autoridades libanesas y de los reguladores financieros, indicaron las autoridades estadounidenses.

En virtud de las sanciones, quedan congelados los activos que las entidades y personas designadas por EE.UU. puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se les prohíbe hacer transacciones financieras con ciudadanos estadounidenses.

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