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Un tribunal canadiense considerará el lunes una solicitud de Estados Unidos para entregar a la ejecutiva Meng Wanzhou, del gigante tecnológico chino Huawei, cuyo arresto hace 13 meses por cargos de fraude hundió profundamente las relaciones entre Canadá y China.

La audiencia de extradición se produce después de que Pekín detuviera a dos canadienses y bloqueara miles de millones de dólares en envíos agrícolas canadienses en aparente represalia por el arresto de Meng.

Tenerla bajo custodia también atascó a Canadá en medio de una disputa entre China y Estados Unidos, que considera a Huawei un riesgo de seguridad. Meng fue arrestada el 1 de diciembre de 2018 después de desembarcar en una escala de un vuelo de Hong Kong a México, lo que provocó una respuesta diplomática furiosa de Pekín.

Algunos observadores esperan su liberación al final de la audiencia de cinco días centrada en si las acusaciones de Estados Unidos también son un delito en Canadá. Esta es una prueba clave para determinar si debe ser extraditada para ser juzgada.

Otros, incluido un exprimer ministro canadiense, exhortan al ministro de Justicia, David Lametti, a intervenir y anular los procedimientos y liberar a Meng en un intento por normalizar las relaciones entre Canadá y China.

“El ministro de Justicia tiene el poder de detener los procedimientos de extradición en cualquier momento”, dijo el investigador legal Gary Botting a la AFP, señalando que se ha hecho en otros casos por motivos compasivos.

El embajador de China en Canadá, Cong Peiwu, aseguró que la liberación de Meng era una “condición previa” para mejorar las relaciones bilaterales.

Sin embargo, Ottawa ha sostenido que no interferirá en el proceso legal, al tiempo que solicita ayuda de los aliados para presionar a Pekín para que libere a los dos canadienses.

“La forma más obvia de terminar con esto es liberarla”, opinó Botting, quien agregó que Ottawa era “ingenua” al poner en peligro sus propios intereses para satisfacer la solicitud de extradición de Estados Unidos.

“Era predecible que China no estaría complacida, y Canadá podría haber evitado las consecuencias”, explicó.

El fiscal general interino Matthew Whitaker (2° I, en foto de enero de 2019) anuncia una acusación de 13 cargos de cargos de fraude financiero contra el fabricante chino de telecomunicaciones Huawei y su directora financiera, Meng Wanzhou. AFP/Archivos / SAUL LOEB

Fraude bancario

Estados Unidos alega que Meng le mintió al grupo HSBC sobre la relación de Huawei con su filial Skycom con sede en Irán, poniendo al banco en riesgo de violar las sanciones estadounidenses contra Teherán.

“En pocas palabras, hay evidencia de que ella engañó a HSBC para inducirle a que continúe brindando servicios bancarios a Huawei”, dijo el Departamento de Justicia estadounidense, según documentos judiciales.

Meng ha negado las acusaciones. Quedó en libertad bajo fianza y ha vivido en una de sus dos mansiones de Vancouver durante 2019, a la espera del juicio.

El Departamento de Justicia justificó el pedido de extradición en que las acusaciones de fraude contra Meng se considerarían delito en Canadá si hubieran ocurrido allí.

Sin embargo, sus abogados insisten en que lo ocurrido no equivale a fraude, sino que se trata de un intento forzado de Estados Unidos para hacer cumplir sus sanciones contra Irán.

El padre de Meng y fundador de Huawei, Ren Zhengfei, declaró al diario Globe and Mail que pensó al momento del arresto de su hija que había un “malentendido”, pero después de que Washington impusiera estrictos controles de exportación a Huawei en mayo, sintió que el gobierno de Donald Trump estaba conspirando “para aplastar” a la empresa china y que a Meng solamente la “usaron como peón” en el juego.

El caso Meng Wanzhou. AFP / Gal ROMA

Según los informes, funcionarios chinos que hablaron con homólogos de Ottawa también consideraron su arresto como “una conspiración política canadiense-estadounidense”.

El ex primer ministro canadiense Jean Chretien y su adjunto John Manley han instado al primer ministro Justin Trudeau a que simplemente libere a Meng en un “intercambio de prisioneros” por el exdiplomático canadiense Michael Spavor y el empresario Michael Kovrig. Ambos fueron fueron, según Ottawa, “detenidos arbitrariamente” nueve días después del arresto de Meng y acusados de espionaje.

Sin embargo, eso corre el riesgo de legitimar las tácticas de “diplomacia de rehenes” de Pekín, según renombrados expertos en extradición consultados por AFP.

Si el juez dictamina que la llamada prueba de doble criminalidad no se ha cumplido, Meng podría ser liberada a fines de la próxima semana, de lo contrario la segunda instancia del proceso seguirá en junio.

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