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Roma, 4 abr (EFE).- El agua ha vuelto a brotar desde este jueves en las históricas termas de Caracalla de Roma 1.500 años después, gracias a una estructura de arquitectura contemporánea con una alberca y fuentes que permiten imaginar los usos de este espacio emblemático durante la Antigua Roma.

La novedosa instalación, ideada por el arquitecto italiano Hannes Peer, la conforma una gran alberca de 42 metros de ancho por 32 de largo, con una profundidad de 10 centímetros, que actúa como un espejo que refleja el edificio principal de estas termas mandadas construir hace casi dos milenios, a comienzos del siglo III d.C, por el emperador Caracalla.

En la piscina, se han situado 20 fuentes a cada lado de un pequeño escenario donde se representarán tanto obras teatrales como espectáculos musicales que comenzarán el próximo 13 de abril, cuando este espacio se abra oficialmente al público.

“El punto importante es hacer revivir Caracalla”, explicó a EFE Peer, que ha trabajado durante dos años en el diseño de esta portentosa estructura que armoniza con el imponente yacimiento arqueológico que cada día visitan cientos de turistas.

La forma simple y rectangular de la alberca quiere recordar al ‘Natatio’, una especie de piscina olímpica que se situaba en este espacio al que los romanos acudían en la antigüedad para socializar entre los años 216 y 537 d.C., cuando estuvieron en funcionamiento las termas.

“Lo que buscamos con esta obra es que la mirada vuelva al monumento, de hecho, la instalación está al servicio del propio monumento”, aseguró el joven arquitecto italiano.

Junto a las fuentes, varios pulverizadores de agua también traen de vuelta uno de los elementos más representativos de las termas: el vapor de agua que, unido a luces led, propiciarán un ambiente inigualable que ayuda a imaginar cómo funcionaba la estructura en la Antigua Roma.

Durante el día, esta gran piscina refleja la imponente estructura sobre la que dejó de correr el agua en el año 537 durante la invasión bárbara y las Guerras Góticas, y que quedó prácticamente destruida en el 847 a causa de un gran terremoto.

La elaboración del proyecto ha sido “muy larga y dificultosa” confesó Peer, que agradeció a la dirección de las termas que “supieran escuchar” y que entendieran “la potencia del elemento agua, que podía ser útil para el monumento”.

“Esta obra busca ser útil al monumento y aportar visceralidad a su percepción para reconectarlo con un momento de hace 1.500 años”, cuando dejó de correr el agua, aseveró.

Para su inauguración al público, que tendrá lugar el próximo sábado 13 de abril, en el escenario sobre el agua se representará la obra de ballet ‘Raphsody in blue’ por parte del grupo Aterballeto, que ayudará a devolver el esplendor de uno de los símbolos turísticos y culturales de la capital de Italia.

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