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Brasilia, 10 may (EFE).- Un informe presentado este martes por el Banco Mundial propone un nuevo modelo de desarrollo económico en los estados que integran la Amazonia brasileña basado en la conservación de los recursos sin dejar de lado la productividad.

Fotografía de archivo en la que se registró una panorámica de la selva amazónica desde la ciudad de Manaos (Brasil). EFE/Marianna Wachelke

La financiación para la conservación puede desempeñar un papel fundamental en este modelo, apuntó el informe, que recordó que en los estados amazónicos viven cerca de 28 millones de brasileños, de los cuales más de un tercio son pobres.

A pesar de que la mayoría de la población pobre de la Amazonia reside en los centros urbanos, la “pobreza rural” es “grave” con “carencias sociales” y de servicios básicos, subrayó el informe titulado ‘Equilibrio Delicado para la Amazonia Legal Brasileña’.

La Amazonia brasileña, además, reúne la mayor proporción de población indígena de Brasil, con cerca 380.000 habitantes y alberga el 60 % de la extensión total del bioma.

El valor económico anual de la selva amazónica en Brasil calculado por el Banco Mundial es de “mínimo” 317.000 millones de dólares, teniendo como parámetros que la Amazonia “regula el clima mundial, alberga el 25 % de la biodiversidad terrestre conocida y proporciona medios de vida”.

La atención “urgente” a la productividad en los sectores que van más allá de las materias primas “impulsaría el desarrollo en todo el país” y, simultáneamente, “aliviaría la presión sobre sus bosques”, dijo en rueda de prensa Johannes Zutt, director para Brasil del Banco Mundial.

Zutt abogó por la “implementación inmediata” de políticas ambientales “eficaces” porque el “actual modelo de desarrollo” está basado en la “industria extractiva” y “contrapone a las personas con la naturaleza” y “no ofrece beneficio para la mayoría de personas”.

El combate a la “deforestación”, la principal “amenaza” del bioma, “exige una transformación estructural” del “modelo de crecimiento” para elevar la “calidad de vida” de la población y, “al mismo tiempo, proteger los recursos naturales”.

El informe indicó que “un énfasis complementario” en la productividad, tanto urbana como rural, y la “protección de los bosques” elevaría el nivel de vida, conservando al mismo tiempo la riqueza de los bosques naturales de la región.

En ese sentido, el economista titular del Banco Mundial y coordinador del informe, Marek Hanusch, indicó en rueda de prensa que Brasil necesita cambiar su legislación en materia tributaria en el campo y para concesión de créditos rurales.

Ese cambio de modelo, destacó Hanusch, “reducirá la necesidad de expansión de la tierra”, pero, para eso, se requiere “una reforma del impuesto a la tierra rural”.

“Eso también es válido para todos los demás tipos de reformas, incluidos los subsidios, y una de las áreas que analizamos es el crédito rural, porque para que Brasil realmente alcance el siguiente nivel de desarrollo, necesita aumentar la productividad”, concluyó

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