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Brasilia, 14 jul (EFE).- El Parlamento brasileño promulgó este jueves una enmienda constitucional que declara al país en “estado de emergencia” y autoriza unos subsidios sociales que serán aplicados por el Gobierno de Jair Bolsonaro en plena campaña electoral.

Bolsonaro asistió a la ceremonia y justificó el nuevo paquete de subsidios con la inflación del 12 % interanual que sufre el país, la cual atribuyó al impacto económico de la pandemia de la covid-19, que “se ha agravado ahora con una guerra entre dos países”, en alusión a la invasión rusa en Ucrania.

El mandatario, que aspira a renovar su mandato en las elecciones de octubre próximo, hizo un repaso de las acciones de su Gobierno, del cual aseguró que tiene “una mirada especial hacia quienes tienen menos”, y pronunció un discurso breve y casi de campaña electoral.

“Es un Brasil que va hacia el futuro”, declaró Bolsonaro, quien salpicó su pronunciamiento con críticas indirectas a la gestión del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), claro favorito para ganar las elecciones de octubre próximo.

Fuentes del oficialismo, que impulsó el proyecto, no han ocultado la intención de reforzar la candidatura de Bolsonaro frente a Lula, en un escenario de inflación, con casi un 10 % de desempleo y unos 33 millones de personas pasando hambre, según los datos oficiales.

El paquete de subsidios sólo ha sido liberado por la declaración de “estado de emergencia”, que le permite al Gobierno esquivar las leyes electorales, que en situaciones normales impiden medidas de esa naturaleza seis meses antes de unos comicios.

Aún cuando ha denunciado el carácter “electoral” de esos nuevos subsidios, el grueso de la oposición votó a favor de la medida, aunque aseguró que país está “en un estado de calamidad social” por causa del Gobierno de Bolsonaro.

El “estado de emergencia”, similar al declarado en marzo de 2020 para hacer frente a la pandemia, estará en vigor sólo hasta fin de año, cuando también cesarán los subsidios embutidos en el proyecto.

Los beneficios aprobados elevan un 50 % el auxilio mensual que ya reciben las familias más pobres del país, que llegará ahora a 600 reales (unos 110 dólares), crean una ayuda para financiar las bombonas de gas y distribuyen subsidios para taxistas y camioneros autónomos.

Según todas las encuestas, Bolsonaro tiene hasta ahora muy cuesta arriba su reelección y suma cerca del 30 % del apoyo, frente al casi 50 % que se le atribuye a Lula, candidato de un frente progresista.

Sin embargo, el Gobierno podrá comenzar a distribuir los nuevos subsidios ya a fines de este mes, lo cual, según muchos analistas políticos, pudiera aportarle un empuje a su candidatura.

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