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Santiago de Chile, 5 may (EFE).- El Consejo de Pueblos Atacameños (CPA) en Chile cuestionó la estrategia nacional del litio anunciada hace unas semanas por el Gobierno del presidente Gabriel Boric, al criticar la falta de diálogo con los pueblos originarios y asegurar que pone en el “centro del debate y por sobre todas las cosas el estado actual de fragilidad y la salud del Salar de Atacama”.

“Vinimos a reivindicar nuestro derecho de origen, de más de 11 mil años, de resistencia a la Corona española, al Estado boliviano y al Estado chileno; nuestra demanda que el Estado aún no resuelve”, dijo el presidente del CPA, Vladimir Reyes, en entrevista con El Mercurio.

Según la organización, que agrupa a 18 comunidades del Área de Desarrollo Indígena de Atacama, en la región de Antofagasta, la extracción del mineral implica un alto riesgo socioambiental.

“Lamentamos profundamente que el actor de las negociaciones sea Codelco, una empresa estatal que ha demostrado un comportamiento irrespetuoso con las comunidades, tanto de Alto Loa y un mal vecino con Calama. Ha despojado de las aguas a las comunidades de Alto Loa, ha contaminado la comuna de Calama, no atendió a las reclamaciones de la ciudadanía y pueblos indígenas respecto del tranque de relaves Talabre, de la carretera y viaducto en el valle de Yalquincha”, añadió Reyes respecto de la gigante estatal cuprífera, actor clave en esta primera fase de definiciones estratégicas.

Reyes señaló que espera un diálogo que considere a “todos” y que “disponga de soluciones concretas a las demandas históricas, porque en definitiva usted dispone de nuestras tierras ancestrales. No nos consultó, no nos informó”.

“De algo estamos muy seguros: no tenemos nada contra el progreso o el desarrollo, pero cuando progresa la muerte de nuestros salares, llega el momento que la lickana (nuestro pueblo) se una, se levanta con sus banderas históricas”, concluyó.

Boric anunció una nueva política para manejar la extracción del litio, una iniciativa que contempla la creación de una empresa nacional con la que, junto a otros elementos, buscará posicionar a Chile, que tiene las mayores reservas explotables del mundo, como el primer productor del planeta.

El “Triángulo del litio” aglutina casi 50 millones de toneladas métricas de este mineral, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), y las mayores reservas (la fracción de litio explotable) se encuentra en Chile (9,2 millones).

Los tres países que conforman esta zona han explotado el recurso con diferentes rendimientos: Argentina ha ampliado su cartera de proyectos, Bolivia busca atraer inversión extranjera con control del Estado y Chile lo ha mantenido en manos de dos grandes empresas privadas (la chilena SQM y la estadounidense Albermarle), hasta ahora.

En 2022 el Estado recibió más de 5.000 millones de dólares por la explotación de ese mineral, equivalentes al 1,6 % del PIB, según el Consejo Fiscal Autónomo (CFA).

Chile es el segundo productor mundial de litio, por detrás de Australia, pero Argentina puede ganar posiciones en los próximos años y dejarlo atrás.

En 2022 hubo ventas de carbonato de litio al exterior por 7.763 millones de dólares, un aumento de 777 % respecto de 2021, según el Banco Central. Con ese desempeño, el carbonato de litio superó al salmón, hierro y cerezas en la canasta exportadora chilena.  EFE

ssb/rrt

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