Publicidad

Cannes (Francia), 15 may (EFE).- Johnny Depp es el protagonista de “Jeanne du Barry”, la película que este martes inaugura la 76 edición del Festival de Cannes, y su delegado general, Thierry Frémaux, defendió hoy la presencia del actor en aras de la libertad de acción y pensamiento “siempre dentro de la ley”.

EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIER

“Si le hubieran prohibido (a Depp) actuar en una película o esa película estuviera prohibido, ni siquiera estaríamos hablando de esto”, señaló Frémaux en una rueda de prensa al ser preguntado por la presencia del actor estadounidense, cuya imagen ha quedado muy dañada en su país tras las acusaciones de maltrato por parte de su exmujer Amber Heard.

Depp ganó el proceso por difamación frente a Heard, pero la prensa especializada considera que la presencia del actor en Cannes es un intento de lavar su imagen. “Si hay una personas en el mundo que no se ha interesado en ese proceso tan mediático, soy yo, yo me intereso en Johnny Depp como actor”, agregó Frémaux.

No fue el único tema en el que el delegado general del festival más importante del mundo echó balones fuera, después de que su primera intervención en la rueda de prensa fuera decir: “Vamos a centrarnos en el cine”.

Pero los periodistas le atacaron por muchos frentes, lo que le obligó a revolverse buscando siempre una excusa para regresar a la programación de Cannes, un festival que a lo largo de sus 76 años de historia ha vivido multitud de momentos políticos, con importantes reivindicaciones desde su alfombra roja.

Desde protestas contra el feminicidio o la desigualdad en el mundo del cine, al movimiento en pro del aborto legal en Argentina o el genocidio de los indígenas brasileños, Cannes siempre se ha caracterizado por dar voz a la política.

Y aún reconociendo ese extremo, Frémaux no quiso entrar hoy en polémicas y señaló que defender una causa no debe ser solo algo que se haga aprovechando el eco mediático del festival, sino de una forma continuada en el tiempo.

Así, dijo no estar muy informado de la huelga de guionistas de Hollywood, una protesta que “acaba de empezar” por lo que no sabe “qué consecuencias tendrá para el festival”, aunque resaltó que “hay que respetarla”.

También negó tensiones con las grandes productoras estadounidenses debido a las normas del festival de no programar en competición películas que no se estrenen en salas francesas, lo que impide a muchos proyectos de plataformas optar a la Palma de Oro.

“Desde años y décadas el cine estadounidense viene a Cannes, nunca ha dejado de estar presentes”, dijo Frémaux, que puso como ejemplo este año el estreno de la nueva entrega de Indiana Jones o la última película de Martin Scorsese, ambas fuera de competición.

Sobre el anuncio del sindicato francés CGT de que “hará su cine” con varias actividades en Cannes pese a que las autoridades han prohibido las manifestaciones en el centro de la ciudad durante la celebración del festival, recordó que mañana la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, se reúne con representantes sindicales.

“El Festival de Cannes está muy protegido durante los próximos 15 días pero entiendo que quieran hacer aquí sus reivindicaciones porque encuentran un eco importante”, explicó Frémaux, que tampoco quiso contestar a la razón de que Woody Allen no esté presente en esta edición.

El delegado de Cannes también fue preguntado por la decisión de la actriz francesa Adèle Haenel de abandonar el cine por “la complacencia” del séptimo arte frente a los agresores sexuales y por la actitud de la industria para que nada fuera de lo normal ocurra en los desfiles de la alfombra roja de Cannes.

“El lugar de las mujeres en el cine es una cuestión fundamental”, dijo Frémaux, que se limitó a señalar que en Cannes seleccionan películas sin importarles quién las realiza y que la presencia de las mujeres ha aumentado mucho en el mundo cinematográfico.

Otra de las quejas más repetidas en la conferencia de prensa fue sobre el sistema de reserva de entradas para los periodistas, con sesiones de películas como la de Indiana Jones, con plazas agotadas en apenas un minuto.

“El sistema de reserva de entradas es cada vez más complejo en todos los festivales”, dijo Frémaux, que reconoció que hay un problema de espacio en las salas de Cannes y que necesitan mejorarlo.

Alicia García de Francisco

Publicidad