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Tokio, 22 may (EFE).- La cumbre del G7 en Hiroshima sirvió para reforzar el frente común ante Rusia con nuevas medidas concretas de presión a Moscú y de respaldo a Kiev, según expertos, que también destacan que la asistencia del líder ucraniano, Volodímir Zelenski, permitió recabar apoyos más allá del Grupo de los Siete.

La ampliación de las sanciones contra Rusia, el castigo para quienes le ayuden a eludir estas medidas o el envío de equipamiento clave de defensa a Ucrania fueron algunas de las novedades más destacadas en la cita del G7 que concluyó en la víspera en la ciudad japonesa.

La reunión de Hiroshima fue una de las más amplias jamás celebrada por el G7, al invitar la presidencia nipona a los mandatarios de la India, Brasil, Indonesia, Corea del Sur, Vietnam y Australia, entre otros países y organismos internacionales, además del líder ucraniano, quien se convirtió en el máximo protagonista de la cita.

COMPROMISO AMPLIADO CONTRA RUSIA

La cumbre “arrojó un resultado muy poderoso” tanto a través de “acciones simbólicas” como de “medidas concretas de apoyo”, dijo a EFE John Kirton, director del Grupo de Investigación del G7 de la Universidad de Toronto.

Sobre el compromiso de apoyo a Ucrania que el G7 reafirmó en Hiroshima, este académico destacó “el paso adicional que supone reforzar esa promesa con el añadido de mantenerla tanto tiempo como sea necesario”.

En cuanto a medidas concretas, subrayó las “acciones específicas de apoyo militar, financiero, legal y para llevar a responsables rusos ante la justicia internacional por genocidio y crímenes contra la humanidad”, además del nuevo énfasis “en cerrar los resquicios legales de las acciones ya aplicadas” recogidos en la declaración conjunta.

“No podían invitar a Zelenski y dejarlo marchar con las manos vacías, así que hicieron una promesa de gran perfil sobre ayuda militar”, dijo Kirton sobre el visto bueno a entregar a Kiev cazas F-16 y a entrenar a pilotos ucranianos para su manejo, “una de las cosas que más necesitaban para recapturar todo su territorio”.

“Es difícil imaginar una configuración de escenario más efectiva para abordar la división en la comunidad internacional”, señaló por su parte el profesor de la Universidad Keio especializado en seguridad y política exterior, a través de su cuenta de Twitter.

“Esta vez estamos viendo no sólo la unidad del G7, sino también la ampliación de la reunión con países invitados bien preparados y la destacada participación de Zelenski”, dijo el académico, quien subrayó la importancia de los esfuerzos diplomáticos previos a la cumbre y durante la misma.

INVOLUCRAR AL “SUR GLOBAL”

En un editorial, el diario progresista nipón Asahi también hizo hincapié este lunes en la construcción de puentes con los países en desarrollo o del “sur global”, a quienes se involucró en la mitad de las discusiones de la cumbre.

“Aunque los resultados concretos no pueden saberse ahora, sí se puede decir que se ha marcado la dirección futura del G7”, señaló este periódico, que sin embargo advierte que no bastará con urgir a los países a elegir bando dentro de la actual división en bloques, sino que será necesario “escuchar con seriedad sus voces y abordar los problemas comunes”.

Kirton también se pregunta por qué no hubo ninguna declaración conjunta que refleje las discusiones o acuerdos de las sesiones en las que participó Zelenski: una con los países del G7 y otra con países emergentes y socios invitados, que contó con 16 participantes.

“De las informaciones que han aflorado de las discusiones o por lo que los propios líderes dijeron, está bastante claro que hubo diferencias entre la postura de Narendra Modi y la de Luiz Inácio Lula da Silva”, añade el experto sobre los respectivos líderes de la India y Brasil.

Modi “ha dado pistas de que se está acercando al occidente democrático”, dijo Kirton en alusión a su participación en Hiroshima y a su viaje previsto a Washington a finales de junio pare reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden.

Lula, en cambio, “ha sido mucho más reservado” y “ha continuado sugiriendo que Occidente es en parte responsable de provocar a Putin para su invasión de Ucrania”, señaló el investigador del centro de estudios independiente que monitoriza al G7.

“En estos momentos, el giro hacia el bloque democrático occidental de Modi es mucho más relevante que las reservas de Lula”, dijo el experto sobre el líder indio, quien preside actualmente el G20 y acogerá la cumbre de este grupo de países en Nueva Delhi en septiembre. India es además la mayor democracia mundial y un tradicional aliado de Moscú.

Antonio Hermosín Gandul

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