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Saint-Denis/Saint-Ouen (Francia), 13 may (EFE).- No juega en Primera desde hace casi 50 años pero tiene un gancho comercial envidiable. A pesar de estar en tercera, el Red Star de Saint-Ouen es un imán para los patrocinios y los inversores. La prueba: el fondo estadounidense 777 lo acaba de comprar adelantándose al Kosmos de Gerard Piqué.

Vallas publicitarias en las instalaciones del estadio del Red Star en Saint-Denis/Saint-Ouen, Francia. EFE/Antonio Torres

Visto como la antítesis del multimillonario París Saint-Germain (PSG), el popular club de la periferia parisina presume de un genuino ‘charme’ (encanto) por sus raíces proletarias y de izquierdas, al estilo Rayo Vallecano de Madrid o St. Pauli de Hamburgo.

Varios jugadores del Red Star en una concentración. EFE/Antonio Torres

Según especialistas consultados por EFE, las marcas han visto un sello de autenticidad -entre algunos de sus patrocinadores figuran la multinacional Randstad y el grupo de medios Vice-, y los inversores también.

El fondo 777 Partners, el mismo que controla el 10 % del Sevilla o que compró el Génova italiano y el Vasco de Gama de Brasil, acaba de adquirir la entidad con sede en Saint-Ouen, fundada en 1897 por Jules Rimet -el padre de los mundiales de fútbol-, en un proceso salpicado por las tensiones con los hinchas, que se han opuesto a la venta.

El presidente y propietario del club desde hace 14 años, Patrice Haddad, anunció este miércoles la operación. Su montante no ha sido oficialmente divulgado, pero fuentes del mercado estiman entre 15 y 20 millones, un valor envidiable para un equipo que actualmente juega en tercera y cuyo presupuesto anual ronda los 4,5 millones de euros.

“Este montante no corresponde a su valor real, pero sí a su potencial”, señaló a EFE el especialista en marketing deportivo, Vincent Chaudel, quien citó otros dos factores de potencial comercial: el hecho de que en París solo haya un club en la elite (PSG) y la mística e historia del Red Star, uno de los equipos más antiguos de Francia y asociado a valores como la integración y la diversidad.

El fondo inversor estadounidense se adelantó al Kosmos de Piqué. “Estuvimos a dos dedos de adquirirlo”, reconoció en una entrevista a L’Équipe el propio jugador. Fuentes próximas a la operación confirmaron a EFE que el central campeón del mundo se desplazó a París para negociar la compra.

Los nuevos dueños del 777, que mantendrán a Haddad y a su equipo de trabajo, tendrán que lidiar con el profundo descontento de una parte de su bulliciosa hinchada, indignada por ver desembarcar a un fondo de inversión que ven como símbolo del capitalismo.

Nada más hacerse oficial la venta, el Colectivo RS Bauer, que se declara anti-fascista, dijo que era “un día sombrío en la historia del Red Star”. “Ahora más que nunca el combate no hace más que comenzar”, agregaron los ultras en un mensaje en las redes sociales.

OBJETIVO: UN DERBI LIGUERO CON EL PSG

A pesar de las reticencias, el Red Star considera necesaria esta operación. “Estoy completamente convencido de que 777 Partners ha sido la mejor elección para garantizar y perennizar los valores de nuestro club, dándole los medios para abrirle unas perspectivas inéditas”, ha declarado Haddad, el presidente del club.

El objetivo es subir a segunda en el corto plazo y luego prepararse para una subida a primera, donde podría rivalizar con el PSG y tal vez con el París FC, otro club de la capital francesa que juega en segunda. Al contrario de Londres, Madrid o Roma, París solo tiene un equipo en primera.

Un ascenso de categoría a segunda permitiría además al Red Star realizar contratos profesionales a los mayores de 15 años. La entidad podría así formar a jugadores de la región parisina, uno de los principales viveros de futbolistas en Europa -Kylian Mbappé es ejemplo de ello-.

El vencedor de la Copa de Francia en cinco ocasiones (1921, 1922, 1923, 1928 y 1942) ha empezado a poner los cimientos para su regreso a la élite, que se le resiste desde la temporada 1974-1975.

A finales del año pasado se estrenó el nuevo centro de entrenamiento y de formación en Marville, en Saint-Denis, cedido por el departamento de Seine-Saint-Denis y en el que el Red Star ha invertido, hasta el momento, 2,5 millones de euros.

La segunda pata del desarrollo de la entidad es la reforma del Stade Bauer, por donde pasaron figuras como Helenio Herrera, quien popularizó el “catenaccio”. Sus obsoletas y desgastadas instalaciones, que datan de 1909, tendrán un osado lavado de cara, preservando su actual romanticismo.

Gracias a un acuerdo con un grupo inmobiliario francés, el Red Star logró los medios para triplicar la actual capacidad de aforo, de los actuales 3.000 a los casi 10.000.

La tienda física del club, abierta en febrero junto al Bauer, es otra piedra para el desarrollo comercial. Con ella, espera mejorar la cifra de las 3.500 camisetas vendidas en 2021, la mayoría online y a mercados como el del Reino Unido o Brasil.

Antonio Torres del Cerro

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