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Bogotá, 15 jul (EFE).- El ministro colombiano de Defensa, Diego Molano, aseguró que no se permitirá que las disidencias de las FARC desafíen a las autoridades e infundan temor a la población civil al referirse a la presencia de guerrilleros armados en las calles del municipio de Tibú.

“Bajo ninguna circunstancia permitiremos que estos enemigos de Colombia, como son las disidencias, pretendan infundir temor y generar con sus actos el desafío de las autoridades”, dijo Molano.

El pronunciamiento de Molano se produjo en una rueda de prensa en la que informó que el jefe disidente Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, murió el pasado fin de semana en una operación militar en el departamento del Caquetá (sur), con lo que “se da una estocada final a las disidencias” de las FARC.

El jefe de la cartera de Defensa dijo que ayer “estos delincuentes (en referencia a las disidencias de las FARC) irrumpieron por un breve tiempo en el centro de Tibú pero lo suficiente para lograr su objetivo de generar y transmitir incertidumbre en la población”.

Esa acción de la guerrilla se conoció el jueves en un video publicado en redes sociales en el que se ve que al menos a cinco criminales, armados con fusiles y vestidos de camuflado, parados frente a la entrada de la Alcaldía de este municipio en el que viven unas 60.000 personas y desafiando a las autoridades.

El ministro Molano aseguró que el Frente 33 de las disidencias de las FARC opera bajo el mando Javier Alonso García Veloza, alias “Jhon Mechas”.

“Estas disidencias de las FARC, frente 33, operan con este criminal de alias ‘John Mechas’ desde Venezuela y desde allá planean atentados terroristas y desarrollan su actividad de narcotráfico y criminal (…) y luego buscan impactar con este tipo de acciones en Colombia, como es el caso de Tibú”, explicó Molano.

ACCIONES DEL GOBIERNO CONTRA LAS DISIDENCIAS EN TIBÚ

Detalló que en la cabecera municipal de Tibú fue desplegado un grupo especial del Ejército y de la Policía “con el fin de desarrollar todas las operaciones necesarias para capturar y judicializar a los responsables de este acto”.

Igualmente, el comandante del Ejército colombiano, el general Eduardo Enrique Zapateiro, viajó a esa zona del país para coordinar una “operación sostenida, militar y policial, que permita consolidar la seguridad en Tibú”.

El Gobierno nacional atribuye a estas disidencias hechos de violencia en el Catatumbo, entre ellos el atentado del 25 de junio del año pasado en Cúcuta contra el helicóptero donde viajaba el presidente Iván Duque, dos de sus ministros y varios funcionarios regionales, que salieron ilesos.

También del atentado con carrobomba diez días antes contra la brigada militar No. 30 de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, donde resultaron heridas 36 personas.

El Catatumbo es una región que abarca 10.089 kilómetros cuadrados, en su mayoría selváticos. En esa zona hay presencia de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC, así como de un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) y otras bandas que se enfrentan por corredores para el narcotráfico y los cultivos de coca.

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