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Bogotá, 29 mar (EFE).- El jefe de la delegación del Gobierno colombiano para los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Otty Patiño, aseguró el martes que pedirá un cese al fuego con la guerrilla para poder avanzar en otros puntos de las negociaciones.

Así lo aseguró Patiño en un comunicado publicado luego de que nueve militares murieron y ocho más resultaron heridos en un ataque perpetrado esta madrugada por la guerrilla contra una unidad del Ejército colombiano en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.

“Mi posición en la reunión que tendremos el lunes con el presidente (Gustavo Petro) será la de hacer prioritaria la exigencia del cese al fuego y de hostilidades como condición necesaria para adelantar la participación de la sociedad civil en este proceso y el desarrollo de alivios en zonas donde el ELN puede interferir o afectar las acciones y dinámicas humanitarias”, dijo Patiño.

El ataque fue perpetrado en Guamalito, un corregimiento del municipio de El Carmen, en el departamento de Norte de Santander, contra soldados del Batallón Especial Energético y Vial No. 10, según las primeras informaciones del Ejército.

Los militares fueron emboscados con explosivos y disparos de fusil, y entre los fallecidos hay dos suboficiales y siete soldados, según detalló el presidente Petro.

POSICIÓN DE PATIÑO

El jefe negociador del Gobierno lamentó que además de estos ataques, la guerrilla ha hostigado a la población civil de los convulsos departamentos de Cauca, Arauca, Chocó y Nariño “con una violación flagrante a las normas del Derecho Internacional Humanitario” que dice acatar.

“Ello lastima la confianza de la ciudadanía en la voluntad de paz del ELN y lacera profundamente la cordialidad en las conversaciones y en la implementación de los acuerdos”, añadió.

Igualmente, aseguró este miércoles en una entrevista con la emisora Caracol Radio que “los militares han estado en la mesa”, hacen parte del Gobierno y tienen “buena disposición” con las negociaciones”.

Por ello calificó el ataque de este miércoles como “una agresión misma contra la mesa”.

“No sé qué van a decir los delegados del ELN frente a estos ataques, supongo que van a decir que como no ha llegado el cese el fuego pueden hacer lo que quieran, pero desde luego el hecho de que están sentados en una mesa, el hecho de que estemos en un proceso de negociación debe crear un clima no solamente de cordialidad sino de confianza”, expresó.

Esa confianza, añadió, es clave para saber que aunque no hay “acuerdos escritos, hay una obligación moral con la mesa y el país de atenuar, disminuir las confrontaciones y las hostilidades necesarias para seguir adelantando este proceso”.

Por ello ratificó que seguirán adelante con las negociaciones de paz y llegar “a un acuerdo para ponerle fin al conflicto”.

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