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Luanda, 11 jul (EFE).- El presidente de Angola, João Lourenço, encabezó este lunes un acto de homenaje al exmandatario José Eduardo dos Santos, fallecido el pasado viernes en una clínica de Barcelona (España), marcando el inicio de las ceremonias oficiales de despedida en el país.

El acto se celebró en la Plaza de la República de Luanda – cercana al Memorial Agostinho Neto, donde está sepultado el primer presidente angoleño-, y el Gobierno dejó un libro para dejar condolencias por la muerte de Dos Santos.

“En este momento de dolor y consternación, los angoleños lloran al presidente José Eduardo dos Santos, que, en los momentos más críticos del país, se entregó por completo en la defensa de la independencia y de la soberanía nacional. Nos inclinamos y honramos su memoria, defendiendo y perpetuando su obra mayor: la paz y la reconciliación nacional”, escribió Lourenço en el libro.

Además del jefe de Estado, otros dirigentes políticos angoleños desfilaron hoy por la Plaza de la República y dejaron sus mensajes, como el presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Dias dos Santos, y la presidenta del Tribunal Constitucional, Laurinda Cardoso.

Tras la ceremonia, Lourenço se desplazó a la sede de su partido, el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) -del que era presidente emérito Dos Santos tras haberlo liderado durante 38 años-, donde también firmó un libro de condolencias.

Al igual que en Luanda, el Gobierno habilitó lugares públicos en las 17 provincias para que los angoleños rindan homenaje al expresidente.

La fecha y el lugar de entierro de Dos Santos aún están por determinar y, de hecho, están siendo fuente de duros enfrentamientos entre distintas facciones de la familia del expresidente y el actual Gobierno.

Una de las hijas de Dos Santos, la antigua diputada del MPLA Welwistchia dos Santos, conocida popularmente como “Tchizé”, defendió en las redes sociales este fin de semana que el cadáver tenga una tumba provisional en España y que Dos Santos solo sea definitivamente sepultado tras la salida de Lourenço del poder, a quien acusa de haber interferido en la muerte de su padre.

Ella también interpuso una denuncia en España unos días antes del fallecimiento para que se investigue si hubo otros factores desencadenantes en la muerte de su padre y se había manifestado públicamente en contra de desconectarlo del soporte vital que lo mantenía con vida.

La denuncia contempla una posible conspiración para eliminar al expresidente angoleño y evitar su apoyo a la oposición en las elecciones de agosto próximo, con potenciales delitos de homicidio en grado de tentativa, omisión del deber del socorro, lesiones por imprudencia grave y revelación de secretos por parte de su entorno.

Un juzgado de guardia de Barcelona (noreste) autorizó este sábado la autopsia del expresidente a petición de Tchizé dos Santos.

Por otra parte, fuentes familiares indicaron a Efe que Isabel dos Santos, la hija mayor del fallecido, considera la posibilidad de que los funerales se realicen en Angola, pero solo después de las elecciones generales (previstas para el 24 de agosto próximo), de modo que los homenajes no sean utilizados políticamente por el oficialismo.

Otra condición de Isabel dos Santos es el fin de lo que ella y su facción del clan califican como una “persecución judicial” en la Angola de Lourenço contra los hijos de José Eduardo dos Santos por numerosos escándalos de corrupción.

Para negociar con la familia, el Gobierno angoleño envió una delegación oficial encabezada por el ministro de Estado, Francisco Pereira Furtado.

Dos Santos gobernó Angola con mano de hierro entre 1979 y 2017 y fue uno de los mandatarios africanos que permaneció durante más tiempo en el poder.

Su gobierno estuvo marcado por altos niveles de corrupción y nepotismo.

En 2017, renunció a presentarse a un nuevo mandato presidencial en Angola y Lourenço lo sucedió en el cargo tras ganar las elecciones para el MPLA.

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