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Roma, 14 jul (EFE).- El Gobierno de Mario Draghi afronta, al borde de la crisis, una jornada decisiva en el Senado, donde hoy se votará un decreto con ayudas para paliar los efectos de la inflación y donde la anunciada abstención de uno de los más importantes socios de la alianza gubernamental, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), amenaza con hacer caer el Ejecutivo italiano.

El partido anunció anoche que sus senadores abandonarán la Cámara Alta durante la votación para mostrar su desacuerdo por considerar insuficientes las medidas del “Decreto Ayudas”, con 26.000 millones de euros para familias y empresas, lo que colocará en una complicada tesitura al primer ministro, que ha insistido en que él no presidirá un Gobierno sin el M5S y en que no habrá un “Draghi bis”.

Así las cosas, existe una enorme expectación por saber qué ocurrirá tras la votación en el Senado, que, al igual que el pasado lunes en la Cámara de los Diputados, ha sido planteada como una moción de confianza al Gobierno, una estratagema clásica en el Parlamento italiano para aligerar la tramitación de leyes.

Aunque sobre el papel Draghi mantiene los números necesarios para superar la moción y a pesar de que el líder del M5S, Giuseppe Conte, ha asegurado que esto no quiere decir que abandonen la coalición, lo más probable es que el presidente del Gobierno acuda ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella, como ya hizo el pasado lunes.

A partir de ahí se abren varios escenarios que van desde la verificación del apoyo de la mayoría, reclamada por Silvio Berlusconi, socio conservador de la coalición, hasta el adelanto electoral, que exige la líder de los ultras Hermanos de Italia, Giorgia Meloni.

La formación de Meloni es la única oposición formal de Draghi en el Parlamento, ya que su Gobierno de “unidad nacional”, surgido de la última crisis, en la que cayó el Ejecutivo que presidía precisamente Conte, en febrero de 2021, incluye una heterogénea alianza de partidos que decidieron apoyarle para sacar adelante el país en plena pandemia y para gestionar los millonarios fondos de ayuda europeos.

La verificación pedida por Berlusconi, a la que después se sumó el otro socio de derechas de la coalición, la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, ha sido invocada en las últimas horas también por otros miembros del Gobierno, como el líder del progresista Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, con el fin de ver si es posible que Draghi se mantenga al frente de un Ejecutivo sin el M5S.

Eso a pesar de la insistencia de Conte en que todo esto no quiere decir que abandonen la coalición sino que su partido “está absolutamente disponible para ayudar al primer ministro” pero entrando en “una fase de Gobierno completamente nueva” porque estas medidas “son insuficientes”.

Además de Meloni, también Salvini y Letta se han mostrado partidarios de adelantar las elecciones, previstas para la próxima primavera, en el caso de que la verificación no mantenga a Draghi al frente del Ejecutivo.

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