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La Paz, 23 abr (EFE).- El Gobierno de Luis Arce acusó este sábado a la “derecha nacional e internacional” de querer acortar el mandato del presidente boliviano con una “ofensiva” que apunta a generar zozobra y que “tiene como centro de ataque” a la economía nacional.

El tema fue parte de la agenda del llamado “gabinete ampliado”, un encuentro en La Paz liderado por Arce y el vicepresidente del país, David Choquehuanca, en el que participaron altos funcionarios del Ejecutivo boliviano para evaluar la gestión gubernamental.

“En un momento en el que la derecha nacional e internacional no cesa en sus intentos de desestabilizar a nuestro Gobierno y a nuestra democracia, se ha pasado a una ofensiva que tiene como centro de ataque a nuestra economía”, señala un documento leído ante los medios por el vocero presidencial, Jorge Richter, al terminar la reunión.

Según el Gobierno, “se busca generar incertidumbre y zozobra en la población para instalar la idea de crisis económica y así allanar el camino a una crisis política que pretende incluso acortar el mandato del presidente”.

Ante esto, las autoridades bolivianas aseguraron que la estabilidad económica “es patrimonio del pueblo boliviano y la reconstrucción” de la economía es “una prioridad del Gobierno”.

“Por lo que bolivianas y bolivianos deben tener la absoluta seguridad de que su Gobierno está cuidando su economía, está trabajando por un crecimiento económico sostenido, con justicia social y que la reconstrucción de nuestra patria no se detiene”, indica el documento.

La Administración de Arce ratificó su política de “industrialización con sustitución de importaciones” y aseguró que acelerará este proceso.

Por otra parte, señaló que la comunicación es “fundamental para que el pueblo esté bien informado”, por lo que anunció que perfeccionará “los mecanismos” para “consolidar una comunicación” contra “las mentiras y la desinformación” empleadas para desestabilizar al Gobierno.

En los últimos meses se ha vivido un escenario de incertidumbre en Bolivia por la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN), que en febrero se ubicaron en unos 3.538 millones de dólares, uno de los niveles más bajos desde 2014, cuando llegaron a los 15.122 millones.

Desde entonces el Banco Central de Bolivia (BCB) no ha dado más información sobre el estado de las reservas.

Esto coincidió con un aumento de la demanda de dólares en el país, por lo que cientos de personas peregrinaron por varios bancos privados o casas de cambios en busca de esa divisa, a lo que se suman los recientes reportes negativos de varias calificadoras internacionales sobre la economía boliviana.

El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, admitió hace unos días que la economía del país atraviesa un “momento importante” de su reconstrucción y está “sorteando una serie de dificultades” como la pandemia, los altos precios de los combustibles por la guerra en Ucrania y el hecho de que en el Parlamento no se aprueben créditos.

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