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Roma, 12 abr (EFE).- La victoria a domicilio ante el Benfica (0-2) evidenció, una vez más, que el Inter es un equipo radicalmente diferente en Europa, mejorando su pobre versión de la Serie A y demostrando que tiene argumentos suficientes para estar en unas semifinales de la Liga de Campeones.

EFE/EPA/ANTONIO PEDRO SANTOS

El conjunto ‘nerazzurro’ invalidó este martes en el Estadio Da Luz de Lisboa, en el que se disputó la ida de cuartos de final, cualquier análisis previo del partido. El Benfica, el equipo revelación de la temporada junto al Nápoles y el que mejores números tenía de la máxima competición europea, partía como claro favorito en el primer choque de la eliminatoria.

EFE/EPA/ANTONIO PEDRO SANTOS

Pero llegó el Inter y, con un once muy similar al que perdió con la ‘Fiore’ en casa hace dos semanas y al que no pudo pasar del empate contra el Salernitana en esta última, se impuso con autoridad. Mismos jugadores y mismo esquema, pero diferente pasión.

Y es que cuando suena el himno de la ‘Champions’, parece que el Inter se transforma, se convierte en la versión que dio el año pasado en el campeonato doméstico, pero que es incapaz de mostrar en el presente. Una imagen que no solo le permitió competir de igual a igual ante el Benfica, sino acabar con cierta superioridad, allanando un camino a unas semifinales que ya tiene a tiro.

Está a 90 minutos de volver a sentirse grande. Solo tiene que defender el preciado resultado en su fortín, un San Siro que estará preparado como un jugador más para devolver al Inter entre los cuatro mejores de Europa trece años después.

El problema del Inter está en el campeonato regular. Quinto en la tabla, fuera de puestos ‘Champions’, el conjunto interista navega sin rumbo cada jornada, esperando chispazos de sus mejores jugadores, encomendándose a la calidad individual para desbloquear los partidos cerrados que se le presentan y que son incapaces de abrir.

No gana en la Serie A, de hecho, desde el pasado 5 de marzo, cuando lo logró ante el recién ascendido Lecce. Cuatro partidos seguidos que, junto a la jornada del 26 de febrero, que también perdió, condenaron al Inter en un momento clave de la temporada.

Una situación que se agrava si se tienen en cuenta todas las competiciones, porque eran ya seis partidos seguidos sin ganar en los que un empate sin goles ante el Oporto que selló el pase a cuartos de final fue la única alegría.

La victoria del Inter en Lisboa es también un vuelco a la estadística que acumulaba en este 2023. Desde el inicio del año, el Inter era uno de los peores equipos a domicilio, siendo capaz solamente de imponerse al Cremonese lejos de San Siro. Monza, Sampdoria, Bolonia y Spezia sacaron puntos contra los ‘nerazzurri’.

El Inter es otro en la Liga de Campeones, está claro. Pero los pupilos del italiano Simone Inzaghi, de nuevo en el ojo del huracán por la mala racha, necesitan mostrar una versión parecida en Serie A si quieren reconducir la temporada en esta recta final.

La importante victoria ante el Benfica puede ser ese empujón que sirva como cambio de dinámica para un equipo que necesita urgentemente rendir en el campeonato doméstico si no quiere lamentarse a final de temporada. La ilusión de unas semifinales puede servir como arma de doble filo, pero el Inter no está en posición de descuidar la Serie A.

Tomás Frutos

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