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Santiago de Chile, 28 abr (EFE).- El presidente del Congreso de Chile, Vlado Mirosevic, lanzó este viernes la idea de crear “un corredor” humanitario para solucionar la crisis migratoria en la frontera norte, donde cientos de personas se agolpan desde hace dos días tratando de salir de Chile e ingresar en Perús de forma irregular.

En declaraciones a una televisión local, el responsable sugirió abrir un diálogo a varias bandas para impedir que la crisis se profundice y llegue a los extremos del problema creado hace dos años en el paso de Colchane, fronterizo con Bolivia, durante la anterior Administración.

Mirosevic llegó este viernes a la localidad fronteriza de Arica, donde se reunirá con el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, el gobernador de la región, Jorge Díaz, y otras autoridades políticas, militares y de seguridad para analizar la situación, que ha desatado una crisis diplomática entre Lima y Santiago de Chile.

El conflicto político estalló el lunes después de que la cadena América Televisión emitiera un reportaje en el programa “Cuarto Poder” en el que denunciaba que militares y carabineros de Chile facilitaban a migrantes venezolanos que querían huir de Chile entrar en Perú de noche por pasos ilegales en la región de Arica.

Con cientos de migrantes irregulares varados en la frontera desde hace días, el pulso político escaló este viernes después de que el alcalde de la localidad fronteriza peruana de Tacna, Pascual Güisa, tildara al presidente de Chile, Gabriel Boric, de “irresponsable” y le acusara a su gobierno de ” trasladar el problema (migratorio) a la frontera”.

Además, el Ministerio peruano de Relaciones Exteriores convocó al embajador de Chile en Perú para expresarle “su protesta por la falta de colaboración mostrada por las autoridades policiales chilenas, la cual ha generado los acontecimientos producidos” el jueves.

Ese día hubo enfrentamientos en la frontera común, tras los cuales un grupo de migrantes burló el cordón policial y se lanzó a cruzar en medio del árido desierto, si bien muchos de ellos fueron interceptados y devueltos.

Incidentes que coincidieron en el primer día del estado de emergencia decretado por el Gobierno peruano en Tacna y en todo el resto de distritos y provincias de los departamentos fronterizos con Ecuador, Colombia, Brasil y Chile.

En la misma línea, el primer ministro de Perú, Alberto Otárola, exhortó a Boric, a que “solucione sus problemas y que no los tire hacia otro país” antes de admitir que están conversando “activamente” con las autoridades migratorias chilenas para resolver la tensión en este punto fronterizo, que se recrudeció tras su militarización.

Y opinó que la crisis migratoria “no afecta” a las relaciones diplomáticas con Chile sino que, al contrario, “obliga” a ambos países “a cooperar activamente”.

En respuesta, Chile ha convocado a la embajadora de Perús en Santiago y le ha informado de que presentará una carta formal de protesta por las declaraciones contra el mandatario.

Según Amnistía Internacional (AI), al menos 300 personas, la mayoría de ellas de nacionalidad venezolana y haitiana, se encuentran varadas en la frontera entre ambos países “en una situación humanitaria crítica, sin alimentos, agua, alojamiento o asistencia sanitaria en el desierto conocido por sus condiciones extremas”.

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