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Buenos Aires, 9 may (EFE).- El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, cuestionó el modelo actual de subsidios energéticos del país, en una alusión velada a las políticas defendidas por el espacio político de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y en medio de fuertes diferencias en el seno del oficialismo.

En una entrevista emitida este lunes por la radio Urbana Play, Guzmán subrayó la importancia de invertir en sectores que generen divisas, empleo y valor agregado, en lugar de “en cosas que no terminan ayudando al funcionamiento de la economía”, como unos subsidios energéticos que, no segmentados, “favorecen a los ricos”.

“¿En qué país del mundo ha funcionado tener subsidios energéticos de tres, cuatro puntos del PIB? ¿En qué país del mundo funciona que haya déficit persistentes financiados con una moneda que la gente, por la inflación, empieza a dejar de querer?”, se preguntó el titular de Economía, uno de los ministros más cuestionados por el kirchnerismo, la facción del peronismo liderada por Fernández de Kirchner, presidenta entre 2007 y 2015.

La actual vicepresidenta criticó el rumbo económico del país el pasado viernes, afirmando que “algo o algunos están fallando” si se ha elegido un modelo de producción y exportaciones con bajos salarios sin que haya como consecuencia un aumento de las reservas en dólares.

Durante la entrevista radial, Guzmán defendió con contundencia el sendero de la política económica, basado en unos principios “firmes, lógicos y sensatos” y en un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que cuenta con el “compromiso firme” del Ejecutivo.

Asimismo, el funcionario destacó que durante el último mandato de Fernández de Kirchner hubo “problemas de consistencia macroeconómica”.

“Algo bueno fue una reestructuración profunda y muy necesaria de la deuda, pero después tuvimos una situación en la cual la dinámica externa no era sostenible”, aseveró el ministro de Economía, quien reconoció con ironía que es “golpeado por todos lados”, en referencia a las críticas del kirchnerismo y la oposición contra su gestión.

DIVISIÓN EN EL GOBIERNO

Estas declaraciones se producen en unos momentos de gran tensión en el Gobierno, dividido entre los partidarios del presidente, Alberto Fernández, y los afines a la vicepresidenta.

El pasado viernes, Fernández de Kirchner explicó que las disensiones con el actual mandatario no son una “pelea” ni una “disputa de poder”, sino un “debate político” sobre el rumbo del país y los condicionamientos impuestos por el FMI.

La tensión oficialista es tal que el propio presidente, media hora antes de las declaraciones de la vicepresidenta, pidió en un discurso en la provincia austral de Tierra del Fuego: “Por favor, miremos el futuro, que nadie nos desuna, trabajemos juntos. Eso es lo que nos hace falta”, exclamó Alberto Fernández.

En este sentido, Guzmán afirmó que las “disputas de poder” relevantes para Argentina son aquellas que logren efectos positivos para el desarrollo socioeconómico del país.

“Si el debate lleva a la Argentina a construir un sentido común que le permita salir de lo que tanto tiempo hemos vivido, que es mucha inestabilidad en el rumbo, y nos pone en un lugar de mayor firmeza para tener un rumbo estable de crecimiento con inclusión social y dinamismo productivo, entonces bienvenido”, sostuvo el ministro.

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