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Lima, 9 may (EFE).- El arquitecto Miguel Romero juró este lunes su cargo como alcalde de Lima para completar el periodo que inició el destituido Jorge Muñoz con el compromiso de mejorar la “ineficiente administración” territorial mediante una mayor integración de los barrios de la capital peruana, donde vive un tercio de la población del país.

Miguel Romero Sotelo saluda hoy tras jurar como alcalde de Lima (Perú). EFE/ Aldair Mejía

“Vamos a integrarnos porque este es un mandato no de nosotros, este es un mandato del pueblo”, sostuvo Romero en su primer discurso como alcalde de Lima, luego de recibir la medalla de burgomaestre capitalino en un acto celebrado en el Palacio Municipal.

El nuevo alcalde de Lima, Miguel Romero Sotelo, abraza hoy al exalcalde Jorge Muñoz (i), durante una ceremonia de juramentación en el Palacio Municipal de Lima (Perú). EFE/ Aldair Mejía

Romero, quien se desempeñó como teniente alcalde (vicealcalde) durante la gestión de Muñoz, insistió en que su breve Gobierno (irá hasta el 31 de diciembre próximo) buscará integrar las “cinco Limas” a fin de mejorar la administración territorial, actualmente “atomizada y deficiente”.

“Cuarenta y dos distritos, cada uno tiene un pequeño espacio de gestión, unos muy grandes, otros muy pequeños. Este desbalance hace que nosotros tengamos que ver cómo podemos integrarlo para tener una eficiente administración territorial que nos permita poner redes de agua, desagüe, podamos hacer vías integradas, etc”, declaró.

A continuación instó al Congreso, cuya presidenta, María del Carmen Alva acudió al acto, a poner en agenda el debate y votación de un proyecto de ley ya presentado en esa línea.

El arquitecto, de 74 años y graduado en un máster en Urbanismo por el Centro de Estudios Urbanos de Administración de Madrid, dirigirá el municipio de Lima hasta el 31 de diciembre próximo, ya que al día siguiente jurará el nuevo alcalde, que será elegido en los comicios municipales y regionales que el país celebrarán el 2 de octubre.

Durante la ceremonia de juramentación, Romero remarcó su compromiso con “promover un amplio proceso de diálogo con todos los poderes del Estado” para mejorar la administración municipal y “concluir las obras que la capital necesita”.

“No hay tiempo que perder. En estos ocho meses que tenemos por delante es nuestro propósito seguir impulsando los proyectos necesarios para seguir mejorando la calidad de vida de la población”, aseguró.

Romero toma el testigo de Muñoz, destituido el pasado 27 de abril por haber infringido la Ley de Municipalidades al haber ocupado en simultáneo, en 2019, un cargo en el directorio de la empresa estatal Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) y ser acusado de cobrar dietas hasta en cuatro oportunidades por 3.000 soles (810 dólares) por cada sesión semanal.

La decisión del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), sin embargo, fue calificada de “un atentado contra la democracia” por el exalcalde, quien acusó al órgano electoral peruano de “ser corrupto” y actuar con “fines políticos”.

Muñoz, quien asumió el 1 de enero de 2019 tras ganar los comicios para Lima como representante del partido Acción Popular, al que renunció en noviembre de 2020, fue enfático al afirmar que “hay corrupción” en el JNE y que este actuó “políticamente” y “con intereses ocultos” al imponer una medida que considera “absolutamente injusta y desproporcionada”.

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