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Bruselas, 23 jun (EFE).- El Parlamento Europeo (PE) aprobó hoy un plan para acelerar el almacenamiento de gas natural en los países de la Unión Europea (UE) antes de invierno con el objetivo de proteger a los hogares y las empresas en caso de que Rusia decida suspender el suministro como represalia a las sanciones económicas por la guerra de Ucrania.

Aprobado con 490 votos a favor, 47 en contra y 55 abstenciones, el nuevo reglamento pretende “blindar” las reservas frente a las “interferencias externas” y fija como meta que las reservas estratégicas de gas se encuentren como mínimo al 80 % de su capacidad antes del 1 de noviembre, según un comunicado de la Eurocámara difundido este jueves.

El plan, ya acordado con los Estados miembros, tipifica las instalaciones de almacenamiento de gas como “infraestructuras críticas” y hace hincapié en la necesidad de que los Estados miembros diversifiquen sus fuentes de abastecimiento e impulsen medidas de eficiencia energética.

El texto -añade el comunicado- pide a los países de la UE que se “esfuercen” por llegar al 85 % de las reservas y establece que, a partir de 2023, el objetivo a cumplir será el de alcanzar el 90 %.

Por otro lado, el acuerdo entre eurodiputados y países recoge la petición que hicieron España y Portugal para que en el cálculo del nivel de almacenamiento se tuvieran en cuenta también las reservas de gas natural licuado (GNL).

Además, todos los operadores de infraestructuras de almacenamiento de gas tendrán que someterse a una nueva certificación obligatoria diseñada para reducir el riesgo de interferencias externas, según el comunicado.

En este sentido, los operadores que no obtengan esta certificación tendrán que renunciar a la propiedad o el control de toda instalación de almacenamiento de gas en la UE.

“El reglamento responde a la situación actual. Gazprom usa la energía como un arma, así que nos dotamos de un escudo protector. Tampoco tendremos a alguien que use la energía como arma al mando de nuestras instalaciones de almacenamiento”, afirmó el eurodiputado del PPE Jerzy Buzek, quien encabeza el equipo negociador de la Eurocámara.

Buzek también agregó que los países miembros podrán empezar “de manera formal” con las compras conjuntas de gas natural.

Por su parte, el europarlamentario del PPE Cristian Buşoi, ponente y presidente de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, defendió la nueva ley y aseguró que su entrada en vigor “incentiva” la “solidaridad” en la UE.

“Los países con gran capacidad de almacenamiento tendrán la obligación de tener reservas para al menos el 35 % de su consumo. Los que no tienen capacidad de reserva tendrán que alcanzar acuerdos con los otros Estados miembros para almacenar las cantidades necesarias”, sostuvo.

La normativa contempla que estos niveles obligatorios de reservas expiren el 31 de diciembre de 2025 -aunque los certificados obligatorios seguirán existiendo después de esa fecha- e incluye excepciones específicas para Chipre, Malta e Irlanda porque no están conectadas directamente con el sistema gasístico de otros Estados miembros.

La capacidad de almacenamiento subterráneo total de la UE es de 1.100 teravatios por hora (TWh), lo que supone unos 100 millones de metros cúbicos distribuidos en 160 instalaciones en dieciocho Estados miembros.

No obstante, el 73 % de las reservas de gas del bloque se concentra en cinco Estados miembros (Alemania, Italia, Francia, Países Bajos y Austria).

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