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TEL AVIV, 07 ABRIL.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, enfrenta una situación compleja el 7 de abril, con diversas solicitudes de alto el fuego y señales de que el respaldo internacional a Israel está condicionado a sus acciones para proteger a los civiles palestinos. Estas declaraciones surgen en un momento en que el Gobierno Biden, recientemente sumado al llamado mundial por un cese al fuego en Gaza, ha afirmado que su apoyo a Israel dependerá de las medidas tomadas por ese Gobierno para proteger a los civiles palestinos.

En cuanto al apoyo interno a Netanyahu, Yair Lapid, líder de la oposición israelí, está programando reuniones en Washington con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y altos funcionarios de la Casa Blanca, según informó su partido Yesh Atid. Además, tiene prevista una reunión con Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata del Senado estadounidense, quien ha pedido elecciones anticipadas en Israel y ha acusado a Netanyahu de ser un “obstáculo” para la paz en la región.

Lapid ha secundado esta petición, afirmando en una sesión del Knesset (Parlamento) que en ningún otro país del mundo el Gobierno hubiera permanecido en el poder después de iniciar un asedio total contra Gaza. El sábado, 6 de abril, expresó su pesar por la gestión de Netanyahu durante la guerra y por el deterioro de la relación con Estados Unidos.

Estas tensiones políticas en Israel no son nuevas y se intensificaron con la polémica reforma judicial impulsada por Netanyahu. Tras el reciente ataque de Hamás, se formó una coalición de emergencia que ha tomado decisiones clave en los últimos meses, reflejando las grietas visibles en la política israelí.

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