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Una vida sexual activa implica un menor riesgo de menopausia temprana, según apunta una nueva investigación del University College de Londres.

La menopausia es un proceso natural que no se puede para pero hay factores ambientales en la vida de las mujeres que pueden retrasar su aparición, y el sexo es uno de ellos

mujeres que mantienen relaciones sexuales semanalmente o mensualmente tienen un menor riesgo de menopausia precoz en comparación con aquellas que lo hacen menos a menudo.

Esta es la conclusión principal de una nueva investigación del University College de Londres (UCL) publicada en la revista Royal Society Open Science.

En concreto, las mujeres que aseguraron mantener relaciones cada semana presentaban un 28 por ciento menos de experimentar la menopausia a cualquier edad, comparándolas con las que indicaron que practicaban el sexo menos de una vez al mes.

Un estudio diverso y representativo

La investigación se basa en datos de 2.936 mujeres del ‘Estudio de Estados Unidos sobre la salud de las mujeres en todo el país’ (SWAN, por sus siglas en inglés), el estudio de cohorte longitudinal más grande, diverso y representativo disponible para investigar aspectos de la transición a la menopausia.

Tras un período de seguimiento de diez años, en el que se consideraron como actividad sexual, las caricias, el contacto sexual, la autoestimulación y el sexo oral, un total de 1.324 mujeres (45 por ciento) experimentaron una menopausia natural a una edad promedio de 52 años.

La menopausia es esa etapa donde las mujeres dejan de menstruar y empiezan a aparecer cambios de una manera más o menos intensa. Cambios de humor, temperatura corporal, estados de ánimo contradictorios... (Foto: Getty)
La menopausia es esa etapa donde las mujeres dejan de menstruar y empiezan a aparecer cambios de una manera más o menos intensa. Cambios de humor, temperatura corporal, estados de ánimo contradictorios… (Foto: Getty)

Para llegar a esta conclusión, las participantes respondieron a preguntas sobre su vida sexual, como por ejemplo, si habían tenido relaciones sexuales con su pareja en los últimos seis meses, la frecuencia de las relaciones sexuales, incluso qué tipo de relaciones sexuales (sexo oral, contacto sexual o caricias en los últimos seis meses) y si se habían involucrado en la autoestimulación en los últimos seis meses. El patrón más frecuente de actividad sexual fue semanal (64 por ciento).

Aunque ninguna de las mujeres había entrado en la menopausia, el 46 por ciento estaba en la perimenopausia temprana (comenzando a experimentar síntomas de la menopausia, como cambios en el ciclo menstrual y los sofocos) y el 54 por ciento era premenopáusica (con ciclos regulares y sin síntomas) de peri-menopausia o menopausia).

Los resultados sugieren, explica Megan Arnot, primera autora del estudio, “si una mujer no está teniendo relaciones sexuales y no hay posibilidad de embarazo, el cuerpo ‘elige’ no invertir en la ovulación, ya que sería inútil. Podría ser una compensación energética biológica entre invertir energía en la ovulación o invertir en otro lugar, como mantenerse activo cuidando a los nietos”.

Si una mujer tiene poco sexo o nada frecuente en a mediana edad, entonces el cuerpo no recibirá las señales físicas de un posible embarazo y, por lo tanto, invertirá recursos en la ovulación. (Foto: Getty)
Si una mujer tiene poco sexo o nada frecuente en a mediana edad, entonces el cuerpo no recibirá las señales físicas de un posible embarazo y, por lo tanto, invertirá recursos en la ovulación. (Foto: Getty)

La idea de que las mujeres ‘cesen’ la fertilidad para invertir más tiempo en su familia se conoce como ‘la hipótesis de la abuela’. Esta apunta que “la mujer evolucionó hacia la menopausia por una condición natural para reducir el conflicto reproductivo entre las diferentes generaciones de féminas y permitir a las mayores aumentar su condición física inclusiva mediante la inversión en sus nietos”, añade.

Durante la ovulación, la función inmune de la mujer se ve afectada, lo que hace que el cuerpo sea más susceptible a las enfermedades. Dado que un embarazo es poco probable debido a la falta de actividad sexual, entonces no sería beneficioso asignar energía a un proceso costoso, especialmente si existe la opción de invertir los recursos en familiares ya existentes.

Es decir, que tu cuerpo necesita recibir las señales de fertilidad para retrasar la menopausia. Sin estas señales, el cuerpo entiende que es hora de pasar a esa etapa.

Qué más dice es estudio

Los datos reflejaron que las que practicaron el sexo semanalmente tuvieron una razón de riesgo del 0,81 de desarrollar una menopausia antes de tiempo, con respecto a las que los hacían al mes, que presentaron una razón de riesgo del 0,72.

Así, el 28 por ciento de las que tenían sexo semanal mostraron menos probabilidad de pasar por este proceso natural, en comparación que las que lo disfrutaban menos de una vez al mes.

Del mismo modo, las que hacían el amor mensualmente reflejaron un 19 por ciento menos de probabilidades de sufrir la menopausia a cualquier edad, comparándolas de nuevo con aquellas que tenían sexo menos de una vez al mes.

La menopausia significa el fin de etapa reproductiva de la mujer. Ocurre cuando se agotan los oocitos, células precursoras de los óvulos, y hay un descenso de estrógenos, las hormonas sexuales femeninas.(Foto: Getty)
La menopausia significa el fin de etapa reproductiva de la mujer. Ocurre cuando se agotan los oocitos, células precursoras de los óvulos, y hay un descenso de estrógenos, las hormonas sexuales femeninas.(Foto: Getty)

Más factores a considerar

Los aspectos que se evaluaron fueron los niveles de estrógeno, la educación, el Índice de Masa Corporal, el tabaquismo, la raza, cuándo se produjo la primera menstruación, la edad que se tenía al comenzar el estudio y la salud en general.

Al mismo tiempo se evaluó qué influencia podía aportar el hecho de poseer o no una pareja masculina y comprobar si la exposición a las feromonas del sexo opuesto influía o no en el retraso de la aparición de esta etapa. Sin embargo, no se pudo encontrar ningún vínculo en este sentido.

En resumen, las mujeres que tienen menos sexo tienen mayores probabilidades de que se adelante la menopausia.

Esto abre la posibilidad a que no sea solo la genética y las enfermedades, sino que el estilo de vida tenga una influencia mucho mayor de la que se pensaba en la menopausia. Las mujeres que participaron en el estudio tenían una media de edad de 45 años al comienzo del seguimiento, y en su mayoría estaban casadas o en una relación estable.

Y tú, ¿qué importancia les das al sexo? ¿Te preocupa que con la edad disminuya la frecuencia o crees que no hay edad para el sexo?

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