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La Paz, 3 ene (EFE).- El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, recibió este lunes la primera dosis de la vacuna contra la covid-19 y así puso fin a una polémica por no haberse hecho inmunizar antes debido a su confianza en la “medicina ancestral”.

El ministro de Salud, Jeyson Auza (d), junto al vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, durante la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 en un punto de vacunación hoy, en La Paz (Bolivia). EFE/ Str

Choquehuanca, de 60 años, se presentó a alrededor de las 7.00 hora local (11.00 GMT) en uno de los principales puntos de vacunación en el centro de La Paz para recibir su primera dosis anticovid, a pesar de que esa posibilidad estaba dada desde mediados de 2021 para ese rango de edad.

El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, recibe la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 en un punto de vacunación hoy, en La Paz (Bolivia). EFE/ Str

Antes de recibir la inmunización, el vicepresidente boliviano fue parte de un ritual dirigido por una pareja de sabios andinos que con una especie de sahumerio lo impregnaron de humo aromático y le echaron en la cabeza y en el cuerpo pétalos de flores.

“En este momento tenemos que proteger a nuestro pueblo con las dos medicinas con la medicina farmacológica y la medicina natural”, dijo Choquehuanca luego de recibir la primera dosis de la vacuna Sinopharm.

Choquehuanca estuvo la pasada semana en el ojo de la polémica por no haberse vacunado, algo que le valió críticas de la oposición y de su propio partido, el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), ya que se entendía que su actitud contradecía la política estatal de vacunación ante la aguda cuarta escalada de la pandemia.

En una declaración a un medio local, el vicepresidente admitió haber afrontado la enfermedad al menos en dos ocasiones y dijo que la venció “con la medicina natural” además de admitir que había comido “pasto” y que también consumió otros preparados en base a cúrcuma, miel, jengibre, cebolla y limón para sanar.

“Queremos saludar el acatamiento a la normativa de nuestro hermano David Choquehuanca”, manifestó el ministro de Salud, Jeyson Auza, quien acompañó al vicepresidente boliviano.

Desde el pasado 1 de enero rige en Bolivia la exigencia del carné de vacunación, con verificación digital, como requisito para realizar varios trámites e ingresar a espacios públicos o privados como bancos, restaurantes y oficinas, entre otros.

SEMANA CON MÁS CONTAGIOS

El ministro de Salud señaló que la anterior semana se han registrado “más caos en el país en toda la pandemia”, puesto que por tres jornadas consecutivas se superaron los contagios de las tres anteriores olas hasta llegar a casi los 8.000 nuevos casos diarios.

No obstante, Auza destacó que la tasa de letalidad fue solo del 0,8 % en esta cuarta escalada epidemiológica y que hasta el momento no se ha producido un colapso de los centros de salud.

Las medidas del Gobierno como la exigencia del carné de vacunación o la presentación de una prueba PCR, que tiene validez de solo 48 horas, ha provocado la reacción de grupos religiosos y algunos sectores sociales que consideran que se induce a una inmunización obligatoria.

“Aquel que ejerce su derecho a no vacunarse también tiene que ejercer el deber de no llevar nuevas variantes de no contagiar a las personas”, dijo Auza que insistió en que las medidas solamente “incentivan” la inmunización y que esta no es obligatoria.

Bolivia acumula 19.733 decesos y 614.941 casos confirmados desde la llegada de la pandemia en marzo de 2020, mientras que 62.668 son los pacientes que mantienen activa la enfermedad.

Con el proceso de vacunación que comenzó gradualmente hace un año se han administrado más de 9,8 millones de vacunas entre primeras, segundas y terceras dosis, además de inmunizaciones únicas a mayores de 5 años.

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