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Shanghái (China), 14 abr (EFE).- La compañía china de publicidad y relaciones públicas BlueFocus se disparó en bolsa este jueves después de que la prensa local informase que la compañía ha decidido dejar de contratar los servicios de creativos externos, a los que sustituirá por IA generadoras de contenido al estilo de ChatGPT.

Sus acciones en la Bolsa de Shenzhen llegaron a revalorizarse casi un 19 % ayer, cerrando finalmente con ganancias del 9,8 %, aunque en la sesión de hoy, poco antes de las 12.00 hora local (04.00 GMT), caían un 5,13 %.

Pese a esta última caída, su valor bursátil ya se ha disparado casi un 75 % en lo que va de año debido, según el portal de noticias económicas Yicai, al entusiasmo de los mercados por la inteligencia artificial.

“Para aprovechar la nueva ola de contenido generado por IA, hemos decidido cortar a partir de hoy todo el gasto en redactores creativos y diseñadores externos”, indicó la compañía -valorada en unos 3.000 millones de dólares- en una circular interna citada por Bloomberg.

“BlueFocus está experimentando de forma activa con la tecnología de ChatGPT. Nuestra futura expansión digital se llevará a cabo con contenido generado por IA (…) mientras la compañía prueba y depura otros productos similares a ChatGPT”, indicó la firma en una plataforma para inversores en febrero.

Las prensa local apunta que la compañía ya habría negociado con gigantes tecnológicos locales como el ‘Google chino’ Baidu y Alibaba, que ya han lanzado sus IA generativas, e incluso con la propia Microsoft, que ofrece el uso de ChatGPT -al que, a priori, no se puede acceder desde China- a empresas y desarrolladores a través de su plataforma Azure OpenAI.

En las últimas semanas, este tipo de ‘chatbots’ han suscitado gran interés en el país asiático, hasta el punto de que la prensa oficial ya ha advertido de una posible “burbuja” en el mercado debido a un “entusiasmo excesivo” sobre esta tecnología.

Esta misma semana, el regulador chino de internet publicó el borrador de una normativa que regulará el sector de la inteligencia artificial, al que se exigirá que el contenido creado por ‘chatbots’ y otros modelos generativos “refleje los valores fundamentales socialistas” y no “socave la unidad nacional”, “subvierta el poder del Estado” ni “incite a dividir el país”.

El revuelo en torno a ChatGPT en China también ha dado paso a preguntas acerca de la aplicación de este tipo de tecnología en el país asiático debido a la fuerte censura que imponen las autoridades.

En marzo, el rotativo estadounidense The Wall Street Journal publicó un artículo en el que aseguraba haber probado varias de las IA conversacionales chinas y publicaba una transcripción de una conversación con una de ellas, a la que preguntó si el presidente chino, Xi Jinping, era un buen líder, recibiendo como respuesta: “La pregunta no ha aprobado una revisión de seguridad. No se ha podido generar una respuesta para ti”.

A la pregunta de “¿por qué?”, la IA se limitaba a responder: “Cambiemos de tema y hablemos de otra cosa”. EFE

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