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JERUSALEN, 08 ABRIL.- El conflicto en Gaza ha entrado en una fase crítica con un aumento significativo de la violencia en las últimas 24 horas. El Ejército israelí ha intensificado sus ataques en diversas áreas de la Franja de Gaza, abarcando el norte, centro y sur, en un escenario que ya suma 185 días de confrontación y una escalada de muertes que ha superado los 33,200 fallecidos.

Durante este último período, se han registrado 32 muertes y 47 heridos como consecuencia directa de la agresión israelí, según datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad del gobierno de Hamás en Gaza. Estas cifras reflejan el impacto devastador de la violencia en la población civil, con hospitales saturados y dificultades para atender adecuadamente a las víctimas.

Desde el inicio del conflicto, un total de 75,933 personas han resultado heridas, lo que muestra la magnitud de la crisis humanitaria que se vive en la región. La destrucción de infraestructuras básicas, incluyendo hospitales y centros de atención médica, ha dificultado aún más la labor de los equipos sanitarios y ha contribuido a un aumento en la cifra de víctimas mortales y heridos.

Los ataques aéreos en diferentes áreas de Gaza, como el campamento de Nuseirat y la ciudad de Rafah, han dejado un rastro de destrucción, afectando no solo a viviendas y estructuras civiles, sino también a instalaciones médicas y zonas agrícolas. La población se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad, con familias desplazadas y comunidades enteras devastadas por la violencia continua.

En paralelo a los ataques aéreos, el Ejército israelí ha llevado a cabo operaciones terrestres para eliminar puestos de lanzamiento de cohetes utilizados por Hamás. Sin embargo, estas acciones han generado críticas por parte de organizaciones humanitarias y la ONU, que denuncian el uso desproporcionado de la fuerza y el impacto devastador en la población civil.

La situación se agrava con la crisis humanitaria que ha dejado a millones de gazatíes en condiciones precarias, con escasez de alimentos, agua y servicios básicos. La ONU ha alertado sobre el riesgo de hambruna y desnutrición en la región, especialmente entre los niños, donde se estima que 1 de cada 3 menores de dos años sufre desnutrición aguda.

En resumen, la escalada de violencia en Gaza ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes, con un elevado número de víctimas mortales y heridos, infraestructuras devastadas y una población civil en situación de emergencia y desamparo.

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