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París, 23 mar (EFE).- Europa debería enviar una misión tripulada a la Luna en diez años como punta de lanza de un programa espacial ambicioso que genere ilusión en sus ciudadanos y a la vez le consolide como un líder del sector, afirma un grupo de expertos en un documento para la Agencia Espacial Europea (ESA).

Los expertos consideran, en su informe presentado este jueves ante el Consejo de la ESA, que un programa espacial europeo propio, con vuelos tripulados, es necesario ante la “carrera espacial” entre Estados Unidos y China, la mayor presencia de empresas privadas y el crecimiento de la actividad económica ligada al espacio.

“Hay una carrera en marcha por lograr influencia geopolítica y ganancias económicas”, afirman. Por eso, estiman que “una misión audaz galvanizaría y revolucionaría toda la economía europea, mucho más allá del sector espacial”.

Para llevar a un astronauta a la superficie lunar, el grupo explica que Europa debería establecer una presencia independiente en las órbitas terrestre y lunar, así como capacidades para enviar carga y tripulaciones a nuestro satélite, donde debería poder mantenerse una presencia humana permanente.

En este sentido, los expertos señalan que la cuestión no será quién vuelve a llevar astronautas a la Luna, “sino quién mantiene una presencia permanente” allí.

Todos estos objetivos deberían establecerse en la Cumbre Espacial que tendrá lugar en noviembre próximo en Sevilla, durante el semestre español de presidencia de turno de la Unión Europea.

A fin de acelerar procedimientos y optimizar recursos, proponen agilizar los procedimientos de contratación, con un nuevo modelo de gestión que incite al sector privado a proponer “las soluciones más innovadoras y eficiencia de costes”. Se cita como ejemplo el desarrollo de compañías estadounidenses como SpaceX.

También sugieren “establecer rápidamente objetivos muy bien definidos y plazos ambiciosos”.

Si Europa quiere continuar siendo “un continente próspero y relevante a nivel geopolítico” -subrayan-, debe aumentar de forma significativa el apoyo y la financiación en el sector espacial.

Aparte de las misiones de exploración, en el informe se recalca la creciente importancia de la economía espacial, que genera entre 350.000 y 450.000 millones de euros al año, cifra que según las proyecciones alcanzará un billón para 2040.

Por ello, se urge a que Europa asegure un acceso propio al espacio para garantizarse que participa en la cadena de valor y captura “un tercio de ese futuro mercado”.

Además, advierte de que “el coste de la inacción superaría con mucho a las inversiones necesarias para lograr la autonomía espacial europea”.

El mensaje es que tras haber quedado atrás en inteligencia artificial, computación en la nube o semiconductores a pesar de su buen posicionamiento inicial, “Europa debe decidir qué papel juega en esta revolución: espectador, cliente o líder” en el sector espacial.

Entre los doce miembros del grupo están Anders Fogh Rasmussen, exsecretario general de la OTAN y antiguo primer ministro de Dinamarca; Cédric O, exsecretario de Estado del Sector Digital de Francia; Saadia Zahidi, directora ejecutiva del Foro Económico Mundial, el explorador noruego Erling Kagge; varios académicos y la presidenta del Consejo de la ESA, Anna Rathsman.

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