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Pamplona, 5 abr (EFE).- La fiesta que comenzó cuando el colegiado pitó el final del partido que dio el pase de Osasuna a la final de la Copa del Rey se ha prolongado hasta la madrugada en las calles de Pamplona, con la llegada del equipo a la plaza del Castillo como punto álgido de la celebración.

Los jugadores de Osasuna saludan a los aficionados que se han dado cita en la Plaza del Castillo para recibir a los finalistas de la Copa del Rey tras vencer al Athletic de Bilbao en San Mamés. EFE/ Jesús Diges

Los minutos que siguieron al gol del canterano Pablo Ibáñez fueron de una emoción y tensión contenida que se desató con el final del partido, momento en el que los aplausos, gritos y cánticos de los aficionados y el lanzamiento de petardos auguraban ya el inicio de una noche de celebración.

Los jugadores de Osasuna posan para los medios después de saludar a los aficionados que se han dado cita en la Plaza del Castillo para recibir a los finalistas de la Copa del Rey tras vencer al Athletic de Bilbao en San Mamés. EFE/ Jesús Diges

Poco a poco, desde diferentes zonas de la capital navarra fueron llegando aficionados a la plaza del Castillo, donde se congregaron en un ambiente festivo al grito de “illa, illa, illa, nos vamos a Sevilla”, acompañados de los habituales cánticos rojillos y del tradicional “Riau, riau” sanferminero.

En ese ambiente esperaron a los jugadores y equipo técnico de Osasuna que llegó de Bilbao en torno a las tres de la mañana. Con ellos se desató la locura y la fiesta siguió hasta pasadas las cuatro.

El “buen comportamiento” de los aficionados rojillos ha sido destacado por la Policía Municipal de Pamplona en esa celebración, ya que salvo algún lanzamiento aislado de alguna botella a los agentes, que fue abucheado, no se ha registrado ningún incidente, han indicado a EFE fuentes policiales.

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