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San Salvador, 26 abr (EFE).- Forenses del Instituto de Medicina Legal de El Salvador realizan la búsqueda de restos de víctimas de la masacre del río El Sumpul, perpetrada por el Ejército en 1980 en el contexto del conflicto armado interno y en la que se estima murieron unas 300 personas.

Se trata de una nueva exhumación en el caserío Las Aradas, zona rural, cercano al río El Sumpul y ubicado en el municipio de Ojos de Agua en el norteño departamento de Chalatenango, informó este miércoles una organización no gubernamental.

El abogado Alejando Díaz, de la organización Tutela Legal ‘María Julia Hernández’, explicó en un video compartido a la prensa que la exhumación se lleva a cabo a partir del lunes y que se trabaja “en un pozo donde se presume, según testigos, hay restos de víctimas”.

Un portavoz de Tutele Legal señaló a EFE que la tarea de búsqueda está a cargo de especialistas de la Unidad de Antropología de Medicina Forense de Medicina Legal, bajo la supervisión de representantes de la Fiscalía y del órgano Judicial.

La organización no gubernamental de derechos humanos, que acompaña legalmente a las familias de las víctimas, indicó que se trata de la tercera etapa de exhumaciones de restos de víctimas de la masacre.

Apuntó que “con esta nueva etapa de exhumaciones se busca recuperar más evidencia científica del horrendo crimen contra la población civil de varios municipios de Chalatenango y reivindicar la memoria de miles de víctimas y familiares”.

Según el Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas, en la masacre del río Sumpul murieron unas 300 personas, aunque los sobrevivientes cifran en más de 600 el número de muertos.

En mayo de 1980, en plena guerra civil (1980-1992), cientos de campesinos murieron a manos del Ejército, que implementó una estrategia de “tierra arrasada” y los relacionó como supuestos colaboradores de la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Una de esas masacres fue la del río Sumpul, en la que al menos 300 personas que intentaban llegar a Honduras murieron por heridas de bala o ahogadas cuando huían de la violencia desatada por militares y agentes de las extintas Guardia Nacional y Organización Democrática Nacionalista (ORDEN, cuerpo paramilitar).

De acuerdo con la Comisión de la Verdad, las personas fueron asesinados en la ribera del río Sumpul, que sirve de límite entre El Salvador y Honduras, por miembros del Ejército de este país, en complicidad con el hondureño, que impidió el paso de los pobladores que intentaban resguardarse en el territorio vecino.

La guerra salvadoreña que enfrentó al Ejército, financiado por los Estados Unidos, y a la guerrilla del FMLN dejó un saldo de 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos.

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