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Lima, 7 ene (EFE).- El seleccionador de Perú, Ricardo Gareca, manifestó este viernes su disconformidad por la decisión de las autoridades sanitarias del país de que el partido amistoso contra Panamá se dispute sin público en el Estadio Nacional de Lima.

“No estoy de acuerdo, pero no queda de otra… hay que respetarlo”, expresó el técnico argentino a su salida de la Villa Deportiva Nacional (Videna) de Lima tras dirigir el quinto entrenamiento del combinado peruano con miras al encuentro contra Panamá.

No es la primera vez que Gareca hace declaraciones polémicas sobre el manejo de la pandemia de la covid-19, pues la pasada semana evitó criticar al capitán y máximo goleador de la selección, Paolo Guerrero, por organizar una multitudinaria fiesta cuando no estaba permitido.

“Es importante que empecemos a hacer una vida normal. Cada uno es dueño de cuidar su vida. Que cada uno elija de qué manera se cuida. Eso es importante para hacer la vida normal”, afirmó Gareca el lunes a su llegada a Lima para comenzar a dirigir los entrenamientos.

El fútbol peruano se encuentra actualmente sumido en una ola de contagios, que ha obligado a aplazar el inicio de la liga del 21 de enero al 3 de febrero al detectarse decenas de casos positivos en los futbolistas que esta semana iniciaban la pretemporada.

Incluso la selección peruana detectó dos casos de covid-19 entre los convocados que esta semana iniciaban los entrenamientos, confirmados por el preparador físico del combinado nacional, Néstor Bonillo.

El encuentro entre Perú y Panamá está programado para el domingo 16 de enero a las 16:00 horas (21:00 GMT) y cuatro días más tarde recibirá en el mismo escenario a Jamaica.

Sin embargo, las autoridades sanitarias peruanas aún no se han pronunciado sobre las condiciones que tendrá el encuentro frente a Jamaica.

Menos todavía hay concretado el protocolo sanitario para recibir a Ecuador el 1 de febrero, en la antepenúltima jornada de las eliminatorias sudamericanas de clasificación para el Mundial de Catar 2022.

Perú se encuentra oficialmente en la tercera ola de contagios de covid-19, acelerada por la irrupción en el país desde hace al menos casi tres semanas de la variante ómicron, que rápidamente se ha vuelto la predominante en la capital Lima, donde los casos se han duplicado.

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