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Nueva York, 14 mar (EFE).- Organizaciones proinmigrantes hicieron este lunes un llamado a la legislatura estatal de Nueva York para que asigne los 3.000 millones de dólares que han reclamado para el Fondo de Trabajadores Excluidos en el próximo presupuesto que la Asamblea y el Senado debatirán para el año fiscal 2023.

“Durante dos años, los líderes de Nueva York han aplaudido a los trabajadores esenciales. Hemos realizado desfiles en su honor. Sin embargo, cientos de miles de trabajadores que perdieron su trabajo durante la pandemia se han quedado sin un solo centavo de asistencia del estado”, indicó en un comunicado la Coalición de Trabajadores Excluidos del Fondo.

La Coalición recordó que han quedado excluidos de la ayuda trabajadores domésticos, agrícolas, de restaurantes, vendedores ambulantes, jornaleros: “las personas que hacen que Nueva York funcione día tras día”, señala además el comunicado.

“Los trabajadores excluidos han pedido más que aplausos. Han exigido a los legisladores estatales que pongan fin a las exclusiones que les impiden acceder al mismo nivel de apoyo financiero que otros trabajadores pueden recibir en caso de crisis”, afirmó en un comunicado en el que reclamó los 3.000 millones de dólares que se estima beneficiarán a 175.000 trabajadores.

El Fondo de Trabajadores Excluidos se creó el año pasado y fue dotado con 2.100 millones de dólares que fueron distribuidos entre quienes no reunían los requisitos para el subsidio por desempleo ni para los incentivos económicos que aprobó el Congreso por la pandemia por su estatus legal.

“A medida que comienzan las negociaciones finales (hacia aprobar el nuevo presupuesto), instamos a la gobernadora (Kathy) Hochul y a los legisladores a que vuelvan a centrarse en este tema urgente”, indicó por su parte la organización “Se hace camino Nueva York”.

Los grupos elogiaron que la legislatura haya mejorado la propuesta de presupuesto de la gobernadora para incluir más fondos para el cuidado infantil, así como los proyectos de cobertura médica para todos, que beneficiaría a indocumentados, y el que daría nuevas herramientas a inquilinos para evitar desalojos.

Sin embargo, destacaron que las propuestas del Senado y la Cámara “se quedan cortas” porque no incluyen los recursos para los trabajadores que no recibieron ayuda por la pandemia.

Los vendedores ambulantes también han dejado oír su voz para reclamar a Hochul que se despenalice la venta en la calle, que sanciona a los vendedores con multas de hasta mil dólares y la confiscación de su mercancía, y en protesta dormirán esta noche frente a la oficina de la gobernadora en Manhattan.

En concreto, están reclamando que se apruebe un proyecto de ley que abrirá el proceso para otorgar licencias para vender en la calle, lo que no ocurre desde la década de 1980.

Los trabajadores excluidos tienen previsto unirse mañana martes a los vendedores ambulantes para, desde allí, anunciar una serie de manifestaciones en semana para aumentar la presión sobre los legisladores a medida que se acerca la fecha límite del presupuesto estatal, a finales de marzo.

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