Publicidad

Cuando el presidente Donald Trump usaba en su campaña del 2016 el eslogan “Hagamos a América Grande de Nuevo”, Bryce Harper lo parafraseó y llamó a sus colegas a “Hacer el Béisbol Divertido de Nuevo”.

Harper se rebelaba de esta manera contra una serie de nuevas reglas que a su entender matan la pasión en el juego y alimentan a los enemigos del béisbol, que lo califican de deporte aburrido y lento.

El jardinero de los Nacionales de Washington encontró eco en el cubano Yasiel Puig, de Dodgers de Los Angeles, quien apoyó la campaña, mientras que otros, con o sin intención, juegan la pelota de tal manera que por sólo verlos a ellos, ya vale la pena pagar la entrada.

Aquí les presentamos el equipo más divertido de todas las Grandes Ligas. Ojo, no necesariamente tienen que ser los mejores en cada posición y la selección se basa en el espectáculo que le regalan a los aficionados.

No es un All Star. Llamémosle un All Fun Team.

Segunda base: Javier Báez

El puertorriqueño de los Cachorros de Chicago es, a no dudarlo, el pelotero más divertido de todo el béisbol. El uno. Sin rival.

Báez tiene buen puesto su apodo de “El Mago”, pues siempre encuentra la manera de sacar un truco de su sombrero, ya sea con el bate, con el guante o con un corrido de bases espectacular.

De Javy se decían muchas cosas buenas cuando era un prospecto y quizás su subida a las Mayores fue un poco anticipada, que le impidió brillar con toda su luz en sus primeras temporadas.

Pero para Báez hay un antes y un después, marcado por su participación en el Clásico Mundial del 2017.

El poder jugar en el WBC con la intensidad costeña lo engrandeció y decidió seguir adelante y llevar ese estilo a las Grandes Ligas.

Pitcher abridor: Bartolo Colón

Ya hace mucho que Bartolo Colón dejó de ser aquel que soltaba fuego hacia el plato con el uniforme de Cleveland.

Su cuerpo ya no es el de un atleta en forma y más parece el de un jugador de softbol cervecero.

Pero el Big Sexy es un show en cada salida a la lomita, con esa mezcla de sorprendente agilidad, a pesar de sus años y su gordura, y de movimientos torpes, precisamente por sus años y gordura.

Quienes abogan por establecer universalmente el bateador designado en ambas ligas no saben lo que están hablando.

Ver a Bartolo disparar un cuadrangular y trotar las bases es uno de los momentos más grandes del béisbol.

Publicidad